El flagelo del narcotráfico en Rosario, problemática de público conocimiento desde hace varios años, sigue en pleno auge, en medio de una ola sin fin de homicidios violentos, balaceras y amenazas. Laura Etcharren, socióloga, especialista en pandillas, maras y el análisis de estos delitos derivados del negocio de las drogas, aseguró que «Los Monos siguen manejando los hilos delictivos de la ciudad desde el interior de la cárcel«, y aportó un estremecedor dato a nivel provincial: «En 2020 Santa Fe logró el primer lugar en PBI narco delictivo superando a Buenos Aires».
Durante una entrevista en el programa Con Sentido Común por CNN Radio Rosario, consideró que “la ciudad de Santa Fe y Rosario necesitan respuestas inmediatas» y explicó que «hoy Santa Fe tiene un enclave que es Rosario y hay un nuevo perfil de enclave que no se constituyó aún que es la capital”. A su vez, describió la realidad en la ciudad y la provincia: “Hay una violencia institucionalizada, el capital cultural que hay hoy en Argentina es el capital cultura violento. En materia de narcotráfico y todo lo que acarrea el narcotráfico como las disputas territoriales, las disputas por el negocio, por la venta de tal o cual mercado, tuvo mayor derramamiento de sangre en todas las provincias de la región centro”.
“En lo que es el relevamiento nacional del 2020, ocurre algo que es inédito en dos décadas: la provincia de Santa Fe logró estar en el primer lugar del PBI narcodelictivo en materia de narcoinseguridad, pasando por primera vez en dos décadas a la provincia de Buenos Aires y no porque la provincia de Buenos Aires tenga una mejor política de seguridad, sino porque es tan desastrosa la política de seguridad de la provincia de Santa Fe que se llegó a este tipo de situación. La paz y el orden fue un eslogan producto de una fuerte ignorancia del territorio al cual se iba a tener que abordar”, detalló Etcharren y siguió: “El eslogan es una vergüenza, es no tener la menor idea. Me dan vergüenza los eslogans, los hashtags de las redes sociales para querer instalar una situación, los eslogans es no tener idea de nada. En 11 meses la provincia retrocedió seis años, estamos más o menos como cuando la tenía Bonfatti con todo el apogeo de los narcos, de Los Monos. Que Juntos por el Cambio le dé consejos al Frente Progresista o a Perotti y Saín, es una vergüenza. El ministro Saín sabe muy bien el desastre que fue Cambiemos y entre desastrosos también se perciben”.
Además, la especialista dejó en claro que la principal banda narcoriminal con base operacional en Rosario y la región en los últimos tiempos, no está desmantelada: “Dijeron que la banda de Los Monos la habían desbaratado y Los Monos siguen manejando los hilos delictivos desde el interior de la cárcel al exterior”.
Por otra parte, también apuntó contra el gobierno nacional anterior: “La exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desalentó sistemáticamente durante los dos primeros años la desfederalización para que Santa Fe empezase a trabajar sobre el narcomenudeo y empezar a sanear los barrios. Si hubiesen trabajado en las dos expresiones que tiene este negocio, el narcotráfico y el narcomenudeo, hubiese sido distinto. Después la exministra se dio cuenta que era un error, pero ya era tarde”.
Sobre cómo podría describir el presente de la ciudad en medio de una gran cantidad de homicidios violentos, señaló: “Lo que se vive en Rosario es un estado de barbarie, en un estado constante de derramamiento de sangre. Primero se empiezan a matar entre narcos, pero cuando ya el derramamiento se empieza a propagarse hacia la sociedad civil, la sociedad del trabajo, que queda en medio de las balaceras, consumidores que son asesinados porque quieren salir del circuito, madres desesperadas pidiendo tratamiento y además tenes esta interna del fuego amigo que se desató ahora dentro del mismo peronismo de Perotti, que debe acordarse quiénes lo ayudaron y cómo llegó al poder. La decisión política es sostener la inseguridad, se convierte en una política de Estado”.
Consultada acerca del estremecedor caso de los hombres asesinados y descuartizados, cuyos cuerpos fueron encontrados en volquetes de basura y en el arroyo Saladillo, que ocurrió en diciembre, Etcharren manifestó: “Cada país construye el color local de su propio delito, cada provincia, cada ciudad, de acuerdo al entramado, a cómo esté el tejido político o social, también constituye otro tipo de color local del delito y también va importando otros métodos, de acuerdo al nivel de impunidad. Rosario maneja un nivel muy alto de impunidad. Lo que te están diciendo es que los hilos de poder los maneja el narcotráfico. La mayoría de las bandas está conformada por una base local en Argentina y tenés distintos recursos humanos centroamericanos, de México, Colombia, Bolivia, Paraguay y demás, que tiene que ver con la logística para las rutas de la comercialización. Las fronteras fueron y son una vergüenza”.
“En Rosario tenemos cocinas de droga, hay pequeñas, para abastecer lo básico, pero hay. Además, aumentó el secuestro de hoja de coca en las provincias del norte, la mayor incautación de hojas de coca las hacen las policías provinciales”, finalizó la socióloga, que se especializa en el análisis e información referidos al narcotráfico.
