Miriam Lanzoni presentó el film «Partida», basado en la violencia de género que sufrió su madre
Ya se estrenó en los cines “Partida: La verdad no le teme a nada”, la película más personal de Miriam Lanzoni, ya que está inspirada en la vida de su madre y su lucha como víctima de violencia de género.
En Partida, Susy (Lucila Gandolfo), una víctima de violencia de género, junto a sus hijos, decidió escapar de su pueblo hace treinta años. En su nueva vida en la ciudad conoció a Luis (Osvaldo Laport), con quien logró dejar atrás su pasado y empezar de cero. Sin embargo, su hija mayor, Maru (Miriam Lanzoni), descubre una verdad con respecto al abusador de su madre, que obliga a Susy a volver a sus tierras.
“Partida, la verdad no le teme a nada y andamos ahí dando vueltas por algunos lugares del país porque se estrenó en todas las salas de Argentina. Es una peli, digo, que nace de mis entrañas, que arranco a escribir casi de manera orgánica y después me di cuenta que eso era un guion y que tenía ganas de hacer una película de esto”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Miriam Lanzoni.
Y, seguido, aseguró que “jamás había hablado de esto así, mi mamá tampoco, es decir, en más de treinta años, de esto nunca se había hablado en mi familia, y todo lo que está reflejado en la peli es muy fuerte, y no hablarlo también es muy fuerte”.
Asimismo, Lanzoni recordó el momento en que le plantea a su madre la intención de contarlo, y en una pelicula: “Fui con todo el miedo, mirá que yo soy cero miedosa, pero pensé que mi mamá me iba a decir que no y fui preparada para eso Pero me dijo, sí, contalo´, entonces le quise mostrar lo que tenía escrito y me dijo, ‘no, no quiero leer nada’”.
“No quiso leer nada del guion -prosiguió-, después cuando iba avanzando necesité mostrarle porque hay cosas que yo necesité contarlas y son muy fuertes en la peli y ella no quiso, no quiso ver nada, hasta el día del estreno, mi mamá no vio nada, y para mí era una responsabilidad muy enorme teniendo en cuenta que ella nunca contó a nadie nada de todo esto. Mucha gente que la conoce de años se enteró a partir de esta película”.
Y, del mismo modo, comentó como fue la reacción de su madre al verla: “Para mi mamá fue absolutamente sanador y aliviador. Cuando pasó todo esto dije, ‘wow, mi mamá necesitaba contarlo’, porque si en ningún momento dudó, dije y qué valentía también para decir, lo guardé tanto tiempo y evidentemente no lo había podido contar y contarlo así, de esta manera, y que se muestre toda esta parte de la historia, para ella fue sanador”.
Partida cuenta esa historia, de una mujer, atravesada por la violencia de género, que vive además en un pueblo, con toda la carga emotiva que eso también implica y que hay un secreto dando vueltas: “Ella decide, decide irse y cerrar ahí la historia y decide hacer lo que pudo en ese momento. Porque en realidad era eso o no la contaba”.
“Cuando fui adulta lo primero que me pregunté es eso, porque yo recuerdo que los primeros recuerdos son de mi mamá, apenas habíamos llegado, que salía a vender ropa interior, unas bombachas que no sé quién se las daba para vender puerta a puerta. Al terminar algunas horas en una escuela, porque ya era docente, salía a vender bombachas conmigo, con mi hermano de la mano, y digo, ¿cómo hacía esta mujer?”.
En efecto, en Argentina muere una mujer cada 27 horas por violencia de género. Y respecto a este momento especial, donde la lucha se hace cada vez más visible, Lanzoni comentó: “Nada es casual y tal vez yo misma no me animaba a contar, porque hay algo de esto, que te parece que te coloca en un lugar de víctima. Con mi mamá también lo hablamos, a mí ningún hijo de puta me va a poner en ningún lugar de víctima, porque no le cabe otro calificativo a un monstruo, porque en el caso de mi mamá, mi hermano, yo digo, de verdad, la historia es otra, pero no son la mayoría de los casos”.
Finalmente, sobre el mensaje o la intención que conlleva el filme, reflexionó: “Para mí la intención, sin tener la claridad cuando la empecé a escribir, tiene que ver con decir, sí que se puede. Mis viejos no tenían un mango, no tenían posibilidades, lo único que tenían es amor y educación. Hay un montón de redes para tejer, me parece que ese es el mensaje que tenemos que dar. Y pedir ayuda y revincularse con gente del bien, no es fácil, nadie dice que sea fácil, pero sí que se puede. Y la peli es muy luminosa, muy esperanzadora”.