Hay que reconocer que las citas de Tinder no siempre resultan de la manera esperada. Que es muy alto/a, que tiene unos kilos de más, no es divertido/a o simplemente no se parece en nada a las fotos con las que la otra persona se vendió en la app. Pero pocas veces suceden –o se conocen públicamente- hechos insólitos como éste. Si reprodujéramos la película “Mi novia Polly”, recordaríamos la famosa escena en la que Ben Stiller sufre un percance (grave) en la casa de su novia.
En este caso, se invirtieron los géneros y la víctima no fue él sino ella, o los dos: una inglesa de Bristol que conoció a un muchacho en la app. Luego de compartir un cálido momento, ambos decidieron irse a tomar un vino y ver un documental en la casa de él. Todo iba bien hasta que la joven sintió la necesidad humana de ir al baño. Hasta ahí todo bien.
El problema mayor (o poco menor) fue cuando la chica tiró la cadena, pero “eso” quedó atascado en el inodoro. Frente a la desesperación femenina y delatadora, no tuvo mejor idea que tomarlo y envolverlo en papel higiénico. Pero no termina ahí ya que lo arrojó por la ventana sin percatarse que la misma no tenía salida al exterior, sino un doble vidrio.
La mala suerte fue tal que no tuvo opción. Salió del baño y le relató la tragedia a Liam Smith, el dueño de la casa. “Regresó con una mirada de pánico en sus ojos, y me dijo que tenía algo que decirme”, contó el joven en las redes.
La chica propuso otra solución un tanto dudosa: treparse a la ventana y recoger el paquete. Lo que no hizo bien fueron los cálculos. La ventana resultó ser más pequeña que su cuerpo, por lo que la joven quedó atascada en la misma y debió ser rescatada por los bomberos. Todo esto, ante la lente de la cámara fotográfica del anfitrión que registró todo y lo compartió en sus redes.