Muchos futbolistas aprovechan las horas de descanso de su hogar para desconectarse del fútbol. Especialmente las megaestrellas, quienes son los que se roban todas las miradas del público y en sus espaldas recae la presión de mantenerse siempre al máximo.
Ni en la comodidad del patio de su hogar Lionel Messi deja de lado su amigo más fiel: la pelota de fútbol. En un bello día de verano en Barcelona, el capitán de la Selección Argentina tomó contacto con el balón e hizo jugar a su perro llamado Hulk.
Ante la mirada de sus hijos, el crack rosarino mostró su destreza con la pelota e hizo pasar de largo una y otra vez al Dogo de Burdeos. De acá para allá. De un lado hacia otro, el zurdo evitó siempre el contacto del hocico de su mascota con el balón.
En las imágenes que se viralizaron en las redes sociales se escucha a los hijos de Lionel decir en primera instancia: «Es bueno jugando al fútbol, eh» y más tarde otro agrega: «Sí, pero mi papá más».
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