El politólogo Andrés Malamud señaló este lunes en CNN Radio que el expresidente Carlos Saúl Menem, fallecido el domingo a los 90 años, “supo trascender a su tiempo” como “estadista”, a la vez que indicó que su gestión al frente del Ejecutivo resultó “un parche de 10 años”.

“Durante su gobierno se reformó la Constitución y se creó el Mercosur”, deslizó el especialista en el programa Café con Pepe. “Menem reforma la Constitución y se abraza con Raúl Alfonsín, un gran rival. Se sentaba al fin del día a dialogar con el adversario”, destacó.

“La Argentina venía agrietada antes de Menem y sigue agrietada”, sopesó en dialogo con Pepe Gil Vidal.

Según Malamud, analista político de la universidad portuguesa de Lisboa, hubo “un antes y un después” en el peronismo con Menem. “Se pasó de un país laborista a un país clientelista”, acotó.

“La Argentina se fue transformando en un país en el que el subsidio empezó a gravitar, no solo para los pobres sino también para los empresarios”, consideró.

“Estuvo preso durante la dictadura, que lo hizo presidiario, no millonario. Y supo perdonar”, consignó. Y reforzó: “Llegó a todos los cargos públicos que ocupó por el voto popular, para bien o para mal. Fue una respuesta inconsistente a un problema preexistente. No es que Menem nos dejó sin trenes, los ferrocarriles funcionaban mal. No es que privatizó los teléfonos, era difícil conseguir un teléfono”.

“Era un seductor. Fue perseguido por la dictadura, perdonó y terminó con eso. Cuando en 1994 abolió el servicio militar obligatorio se acabaron para siempre el poder militar y la capacidad de defensa de la Argentina”, resaltó en otro tramo de la entrevista.

“El carisma es una fuerza magnética sobrenatural. Le gente le pedía que tocara objetos. Había como un poder sanador, una capacidad mística. Mucha gente veía al líder político como un profeta”, comentó.

“Hay gente que lo vio como un caudillo riojano que se subió al tren. Era pícaro. Consiguió ser reelecto y completar su mandato, algo que no lograron ni Perón ni Yrigoyen”, concluyó.