El diputado nacional Máximo Kirchner reveló algunas pistas sobre la decisión que podría tomar la vicepresidenta Cristina Kirchner en relación a las elecciones del 2023, un tema que hasta hoy se encontraba bajo siete llaves dentro del Frente de Todos (FdT). «Creo que Cristina no va a ser candidata», respondió tajante el líder de La Cámpora respecto al futuro político de su madre.
Además, consideró que el oficialismo «hoy no tiene» postulantes y le envió un mensaje a Alberto Fernández: «Creo que él ha dicho que sí, pero es raro que un Presidente compita en una PASO». En cuanto a la oposición, anticipó que el candidato de Juntos por el Cambio será el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: «Yo creo que sí, hay que ver si le pierde el miedo a (Mauricio) Macri».
Máximo Kirchner, por otro lado, recordó qué estaba haciendo el pasado primero de septiembre y cómo se enteró del intento de atentado a Cristina Kirchner, cuando Fernando Sabag Montiel –miembro de “la banda de los copitos”– le gatilló dos veces sin éxito con un arma Bersa calibre 32 mientras la vicepresidenta saludaba a un grupo de militantes en la puerta de su casa en Recoleta.
«Yo me había ido a comer a la casa de unos buenos amigos y ni bien llegué a los 5 o 10 minutos me suena el teléfono, veo que es el secretario de Cristina y, digo, ‘bueno, lo atiendo en un ratito’, porque justo estaba en el medio de una charla. Había llegado a las diez de la noche. Luego llamaron a otro teléfono… No es el país en el que uno quiera vivir», explicó.
En una extensa charla radial también comentó por qué no usa chaleco antibalas y sostuvo que tampoco tiene custodia personal. «No podemos resignar la manera de hacer política en Argentina. Si yo me tengo que subir a un acto con un chaleco, no es el país en el que yo quiero vivir», dijo, y aclaró: “Lo rechacé, pero ni por valiente ni por nada sino por convicciones, yo no quise custodia a partir de diciembre de 2019 (cuando el Frente de Todos asumió el poder y él su banca como diputado)».
Durante la entrevista, también se expidió sobre el vínculo entre Jonathan Morel, líder de la organización anti-kirchnerista Revolución Federal, y el grupo Caputo, la empresa de Nicolás Caputo, el “hermano del alma” del ex presidente Macri, quien le habría pagado por sus servicios como carpintero.
«Parece que los muebles que contrató Caputo no son de buena madera”, ironizó el líder de La Cámpora y continuó: “Cabe preguntarse qué sucedería si fuera al revés y si yo hubiese aprendido carpintería por YouTube”.
En una nota con la revista Anfibia, Morel dijo haberle hecho dos facturas: una por un millón de pesos y otra por 760 mil, por uno encargue de muebles para un edificio en Añelo, Neuquén, aunque sin brindar muchos detalles como se formó ese vínculo comercial. En el marco de una investigación que busca la relación entre dichos cobros con los escraches a Cristina por redes sociales y en distintas manifestaciones.
En cuanto al escenario económico, uno de los frentes de mayor complejidad que tiene el país a raíz de la inflación, la falta de dólares, el empleo no registrado y la caída del poder adquisitivo de los salarios, Máximo Kirchner puntualizó sobre el día que comenzó el Gobierno de Macri. «Después del 9 de diciembre de 2015 la Argentina entró en un tobogán del que no salió más», marcó.
En paralelo y aunque reconoció las dificultades del contexto, ponderó el desempeño del actual ministro de Economía, Sergio Massa, uno de los principales acreedores políticos de la coalición oficialista. «Está administrando las consecuencias de la gestión económica anterior. Tiene un conocimiento enormemente superior del Estado al de Martín Guzmán», dijo al comparar la gestión del dirigente tigrense con la del anterior titular del Palacio de Hacienda, resistido por el kirchnerismo y Cristina.
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