En simultáneo con los cortes que afectan a Circunvalación y otros puntos de la ciudad de Rosario, organizaciones gremiales y sindicales marcharon este jueves al mediodía en la intersección de Oroño y Pellegrini  para luego marchar hacia la plaza San Martín.

Allí, frente a la Sede de Gobernación, referentes sociales y sindicalistas manifestarán los motivos que los llevaron a llamar a un paro general contra la violencia en Rosario. se trata de una movilización masiva, con cuatro o cinco cuadras de gente marchando.

Una de las voces que se pronunció en el acto fue la de Edgardo Orellano, padre de Carlos Bocacha Orellano que fue asesinado en 2020 en un boliche bailable: «Queremos aclarar que esto es un paro por decisión y defensa propia porque nos están matando impunemente», arrancó el hombre.

Y continuó: «Esto me hace acordar a la década del 70. Hay muchas cosas que hay que develar con todas las cosas que pasaron en Rosario, tierra donde matar es gratis. Esto pasó los límites el pasado 7 de junio cuando a los asesinos de mis hijos le dieron una pena irrisoria».

«Les queremos decir que la policía es mala, hay que darla de baja porque no hay ningún control de nada. Queremos que la Justicia sea democrática, al igual que cuando el pueblo elige a los políticos», concluyó.

A su turno, Emilio Cardarelli,  vicario general del Arzobispado de Rosario, expresó: «Hoy vivimos una inseguridad creciente en Rosario y una violencia que viene del narcotráfico que avanza sin control. Nos sentimos desguarnecidos después de balaceras a escuelas, iglesias, comercios e instituciones y de muchas muertes inocentes.

«Pedimos a las autoridades que nos gobierne después del 10 de diciembre ofrezcan soluciones inteligente para el bienestar de la población», cerró.