viernes 03 de mayo del 2024

Maestros de la vida: docencia más allá del fútbol

No fueron, no son, ni tampoco serán poca cosa. Cuando hablamos de maestros, es imposible pasar por alto sus nombres. Zof, Bielsa, Menotti, Yudica, Griguol y Griffa marcaron a fuego la historia de Rosario, a través de sus éxitos, sus historias, pero mucho más trascendieron por sus enseñanzas, esas que fueron mucho más allá del verde césped.

La enorme historia de Newell’s y Central se resumen en gran parte en estos personajes, forjaron a fuerza de ideas, métodos y estilos una imagen imposible de borrar en la memoria del hincha, en la del fútbolero y en algunos casos hasta se convirtieron ídolos compartidos. En ídolos de todos. Son grandes maestros del fútbol y este 11 de septiembre es un día que también los engloba a ellos.

«Cuando era un proyecto de entrenador, hace siete años, ellos (Menotti-Bielsa) me abrieron las puertas. Ustedes que son contemporáneos deben agradecerle a César Menotti y Marcelo Bielsa por lo que hicieron por el fútbol argentino», la frase pertenece ni más ni menos que a Pep Guardiola, el técnico más ganador del fútbol moderno, quien confesó que antes de iniciarse en la profesión se inspiró en dos de sus referentes.

Menotti y Bielsa rompieron todas las barreras, trascendieron a nivel mundial, impusieron un estilo. Ideas que distan un poco pero que tienen como único objetivo el arco contrario, ‘el fútbol bien jugado’. Sin embargo, ninguna de las virtudes nombradas son las más destacadas dentro de sus carreras como entrenadores.

Sus conceptos, sus legados se trasladaron de la cancha a la vida. Y en más de una ocasión, sus dirigidos mencionaron sus capacidades como padres, como hermanos mayores, como consejos, o simplemente, como maestros. Más allá de los títulos, pudieron dejar algo.

Carlos Timoteo Griguol es otro de los que tiene el sello de maestro, otorgado casi unánimemente por el fútbol argentino. «Supongo que debe ser porque camino mucho junto a los jóvenes. Me gustó siempre estar con las divisiones inferiores. A veces veía a chicos que no tenían condiciones para jugar en primera, pero era tanta la voluntad que ponían que parecían buenos. , explicó el entrenador hace algunos en años en el Diario Clarín.

Su disciplina y su obsesión llevaron a Central al éxito en los principios de los 70. Quienes supieron estar bajo sus órdenes, lo definen claramente como un formador, no sólo de futbolistas sino de buenas personas».

Pero Griguol no fue el único en posar en sus ojos en el fútbol juvenil, en la docencia hacia los más chicos. Jorge Griffa hizo escuela y forjó unas divisiones inferiores extraordinarias en Newell’s, ganándose un lugar privilegiado en la historia del club. Gabriel Batistuta, Jorge Valdano, Gerardo Martino, Roque Alfaro, Julio Zamora, Américo Gallego, Abel Balbo, Roberto Sensini, Mauricio Pochettino, Julio Saldaña, son en gran parte, el fruto de su trabajo. De sus enseñanzas.

El fútbol rosarino es muy representativo a nivel nacional, mucho, pero mucho, tiene que ver con la grandeza de quienes lo hicieron grande. Y si hablamos de hacer grande al fútbol local, es imposible olvidarse de Don Ángel Tulio Zof, otro verdadero profesor.

Un hombre que pese a estar plenamente identificado con los colores auriazules, logró ganarse el respeto en la vereda de enfrente. El respeto de todos. «Rosario se siente orgullosa de tener un gran maestro de la vida y maestro de muchas generaciones», sentenció la intendenta Mónica Fein en el acto en el que se presentó la estatua homenaje a Don Ángel.

Si se de ser primero se trata, José ‘El Piojo’ Yudica parece tener un doctorado en la materia. Fue el primero (y el único) en llevar a la gloria a un equipo forjado únicamente por jugadores de las divisiones inferiores, el recordado Newell’s de la temporada de 1987/88. Fue primero otra dos veces más, unos 10 años antes con Quilmes y también en el 85 con Argentinos. Cuando gritó campeón con la Lepra, se convirtió en el primero de ganar tres campeonatos con tres equipos diferentes.

El Chocho Llop supo recordar ese equipo con una enseñanza de su entrenador: «José (Yudica) nos fue llevando de a poco, partido a partido, no nos daba tiempo para ponernos a pensar en otra cosa que no sea ganar».

Los seis supieron transformar al deporte más pasional de la Argentina, lo vivieron desde la docencia. Las canchas se transformaron en sus aulas, los jugadores en sus alumnos, y sus enseñanzas quedaron escritas por siempre en los papeles más importantes de la historia del fútbol local y nacional.