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viernes 19 de abril del 2024

Los mitos y creencias más populares acerca de los eclipses

Pasa el tiempo y los eclipses siguen siendo un acontecimiento misterioso. Este asombro dispara una transmigración de narrativas y mitos que de los más asombrosos que surgen desde el momento ancestral y fundacional de los tiempos tanto como: “si estás embarazada, usá una faja roja, nena, porque sino el bebé te sale deforme”.

Flavia Carrión es antropóloga y directora de la Escuela de Espiritualidad Natural de Buenos Aires y vivió junto a la comunidad aymara durante cuatro años recopilando muchas de sus creencias. “Cuando vivía en el norte quede embarazada de mi hija menor. El embarazo venía perfecto – yo sin contracciones-. Faltando un mes hubo un eclipse de luna y como en casa teníamos telescopio todos vinieron a mirar.

Entonces las mas viejitas, gente de ascendencia aymara, me dijeron que no mirara el eclipse porque «hace nacer» o sea «adelanta el parto». Yo miré igual, y dicho y hecho. Empecé con contracciones y a las 6 horas ya había nacido Juli”. Este “hacer nacer” da que pensar, para los astrólogos es una «nueva identidad» la que puede pujar por salir a la luz. “Cuando volví al pueblo las viejitas me decían ‘va a ser una brujita la nena’. Yo les pregunté ‘bruja buena, ¿no?’ Y ellas me contestaron ‘depende… nacer en eclipse trae mucho poder. Hay que ver cómo lo usa…’»

Otros mitos

Algunos líderes de la historia fueron alumbrados bajo eclipses. Uno de ellos es Donald Trump, quien nació bajo un eclipse total de Luna. Destinos de popularidad (Marx y Juan Pablo II nacieron bajo eclipses de sol), o por el contrario, una deformidad incorregible persigue a los nacidos bajo este fenómeno, según algunas creencias.

Los eclipses de sol, para la astrología, señalan a un “ocaso del gobernante”. Esto se explica porque el sol es el “rey” del sistema solar. Al oscurecerse, el sol de la comunidad, el corazón del pueblo, también se apaga. Pestes, guerras y asesinatos son otros de los efectos pronosticados durante los meses próximos al evento (dependiendo de dónde caiga el mismo y su duración, dos horas serán dos años de sus efectos para el lugar desde donde se visualiza).

Los eclipses de luna están asociados a problemas físicos (lunares, manchas, deformaciones congénitas) y, sobre todo, a los peligros que podía ocasionar en las mujeres embarazadas (como ya vimos). En México, los aztecas decían que causaba labio leporino (un “mordisco” en el Sol o en la Luna). Las mujeres debían ponerse una faja roja (para proteger al bebé) o usar una pieza metálica prendida de la ropa, si fueran tijeras, mejor. Esta creencia sigue siendo muy popular aún hoy.

Otro dicho popular pronostica -lejos de la deformidad- que los niños nacidos durante este evento celeste serán más inteligentes y poseerán habilidades extraordinarias, «poderes de brujos».

¿Cómo se aminoran los efectos? Además de las tijeras y la faja, una costumbre sugiere que se provoquen ruidos insistentes y reiterados para alejar las malas ondas o los espíritus que ingresan: gritos, golpes, aullidos. Lo que se puede llamar «conjurar al eclipse» o «alejar la sombra».

Muchas civilizaciones antiguas creían que el Sol estaba siendo devorado por una criatura mitológica. Para los antiguos habitantes de China era un perro celestial, en Asia y Europa, un dragón. En Iraq, los eclipses lunares se asocian con un cuento infantil popular en el que una ballena se come a la luna.

Una noticia actual muy extendida en los medios son los dichos del bloguero Michael Snyder (un cristiano evangelista obsesionado con el apocalipsis y muy fan de Donald Trump). Él señala que este eclipse solar -visible en 14 estados de USA-, está ligado a otro eclipse solar total que ocurrirá casi siete años después, el 8 de abril de 2024. Según esta teoría, ambos eclipses superpuestos trazarán una cruz sobre el país del norte. Puesta sobre un plano, esta “gran X” tiene su intersección en el centro de una falla sísmica en Nuevo Madrid. ¿Será una catástrofe natural el resultado de este fenómeno?

Desde los vikingos hasta los indios nativo americanos, desde China a los filósofos griegos. Así como la llegada a la Luna alineó al mundo –occidental- bajo una mirada hacia lo extra terrenal, los eclipses son ese punto de fervor y asombro que nos tiene prendidos (aunque ocurran cuatro veces por año o más) como a aquellos hombres que, sin conocer el secreto de la eclíptica, arqueaban la cabeza para mirar hacia arriba con profundo respeto hacia los tornasoles de la vida.

Fuente: Clarín