Por Gimena Rubolino
Más de siete meses de pandemia, buena parte de los mismos en cuarentena estricta o con grandes restricciones en cuanto a movilidad. Para ninguna persona puede ser algo sencillo de sobrellevar desde lo mental o físico. Al respecto, el doctor Marcelo Suárez explicó: «Esta situación de aislamiento nos genera dos trastornos: ansiedad y estrés».
«La ansiedad es exceso de futuro», definió el especialista en Conductas Saludables. «Es una emoción que nos da la sensación de que nunca podremos alcanzar lo planeado», agregó. «Por su parte, el estrés se produce cuando lo que me propuse pesa más de lo que puedo resistir o no pertenece a la esfera de mis conocimientos», dijo.
Según Suárez, «ambas emociones se resuelven plantándonos en el presente» y «viviendo a la manera de la TV con el minuto a minuto», por lo que añadió: «De esa manera, automáticamente la ansiedad desaparece. Asimismo, el estrés lo manejo planificando con inteligencia, en base a mis propios recursos», continuó.
«Quizás es mejor pensar en que es un trabajo que sin lugar a dudas nos ayuda a crecer. Si no fuera por ese desafío que nos brindan las emociones incómodas, no podríamos evolucionar. Ciertamente, nos desarrollamos desde hace millones de años gracias a superar obstáculos», continuó.
El rol del estado y los individuos
Suárez habló de una «inconducta sostenida» en referencia al «fracaso» del Estado para educar en materia de prevención en salud y cargó también contra los propios individuos por las conductas diarias «poco saludables».
El médico clínico y especialista en Medicina Interna afirmó que «los pequeños pecados diarios acumulados generan cuerpos débiles y eso sí es devastador».
«Esa es la verdadera pandemia», reforzó.
«La clave para el fracaso sanitario son los estados sin capacidad de coordinación y consenso así como individuos sin responsabilidades para sí mismos», añadió Suárez.
El autor del libro “No me enfermo” más opinó que «no estamos preparados para lo imponderable. Ante cualquier suceso masivo no previsto como esta pandemia, las sociedades que no cuidan su organismo serán las más damnificadas».
«Eventos como estos desenmascaran realidades sanitarias individuales y estatales preexistentes», añadió.
Según Suárez, «nada se puede enfrentar con estrés profundo, malnutridos, sin descanso reparador, mal hidratados y siendo sedentarios. Nadie puede salir ileso. La salud es un trabajo personal, no tercerizable así como también responsabilidad del estado».
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión