La estimulación temprana (ET) es un conjunto de actividades y técnicas dirigidas a niños de 0 a 6 años.
Su objetivo principal es favorecer al máximo el desarrollo de las facultades cognitivas, físicas, emocionales y sociales de los infantes. Ello sucede gracias a la capacidad del cerebro de aprender y adaptarse al medio.
Estas actividades no están pensadas como una terapia ni como un modo de educación o enseñanza hacia los niños. Sino más bien como un conjunto de ejercicios repetitivos que ayudan a potenciar y desarrollar las funciones cerebrales.
¿Cuándo desarrollar la ET?
La ET es más eficaz en niños de 0 a 6 años por ser la etapa en la que hay mayor plasticidad cerebral, es decir, mayor facilidad y rapidez en establecer conexiones neuronales (nuevos aprendizajes).
Para que nuestro cerebro se desarrolle, necesitamos de estímulos y nueva información que le ayude a crecer.
Las facultades previamente nombradas se desarrollan mejor si perciben diferentes tipos y cantidades de estímulos.
Las claves de la Estimulación temprana
- Actividades lúdicas: se realizan a través del juego.
- Individualización: la terapia debe ajustarse a los tiempos e intereses del niño.
- Innovación: dejar que los propios niños exploren y creen. Descubrir nuevas texturas, sonidos o sabores les beneficiará en su desarrollo. Es importante “soltar” a los niños para que conozcan y adquieran nuevos aprendizajes.
Beneficios
- Motiva a los niños a adquirir nuevos conocimientos.
- Favorece su autonomía y seguridad en si mismos.
- Fomenta la creatividad y la imaginación.
- Conocen nuevos recursos para poder jugar.
- Aumenta la capacidad de aprendizaje y análisis.
- Crea mayores lazos afectivos entre los padres y el bebé/niño.
- Fortalecer sus músculos al trabajar tanto la motricidad fina como la gruesa.
- Ayuda en los procesos de socialización.
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