Llegan las fiestas y la ciudad se altera. Los vecinos de todos los barrio se agolpan en los en la peatonal y los grandes centros comerciales para comprar regalos y presentes para sus seres queridos. En pocos días los negocios reciben un enorme volumen de gente y estos momentos son utilizados por los descuidistas de siempre. Según informaron diversas fuentes policiales, en estas fechas comerciales críticas los índices de robos y arrebatos suben en forma exponencial. Las mecheras y los carteristas aprovechan el enorme flujo de dinero que los compradores transportan para hacerse de grande dividendos. «Es algo lógico, hasta estadístico. Los ladrones buscan donde más hay», aseguró un vocero del caso.
Por ello, diversas autoridades del Ministerio de Seguridad solicitan a los compradores que extremen las medidas de seguridad, para evitar malos momentos. Recomiendan salir a hacer compras con la menor cantidad de efectivo posible. Sugieren que lleven sus pertenencias en bolsillos o carteras pegadas al cuerpo. Y sobre todas las cosas, que se muevan por los centros comerciales con la mayor cautela posible.