El contador Enrique Lingua calificó al tributo sobre los ingresos brutos como "el peor de todos los impuestos que hay en Argentina"
El además presidente de Económicas Salud, sistema médico del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, explicó porque dicho gravamen es difícil de eliminar.
El impuesto a los Ingresos Brutos, según explica el propio Gobierno de la Nación, es un arancel correspondiente a las actividades autónomas, actos u operaciones onerosas habituales que responde al cobro de un porcentaje de la facturación de dicha actividad independientemente de la ganancia que genere en realidad.
A ese impuesto, se le aplica, además, una retención del 2,5% en las cuentas bancarias.
En ese marco, el contador y directivo del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe, Enrique Lingua, explicó el alcance el impuesto y su retención, al que calificó como el “peor gravamen de todos” en el país.
Al aire de una entrevista con el equipo de El Puente, (Radio Mitre Rosario), el trbutarista expresó: “El peor de todos los impuestos que hay en la Argentina es el que se aplica a los ingresos brutos, que avalan las provincias, pero que se va acumulando hasta llegar a los consumidores como una tasa más alta que la regulada por las leyes".
En la misma línea, agregó: “Además es un precio que se exporta, porque a pesar de que en la última etapa, osea en la exportación, no se pague ingresos brutos, en los costos de importación se paga todo lo que se va acumulando”.
“Sumado a eso, se instauró un régimen de retenciones a ese impuesto en las acreditaciones en las cuentas bancarias que no admite una explicación de la capacidad contributiva del depositante sino que directamente aplica una retención sobre ella”, precisó.
En ese sentido, aseguró que “en muchas jurisdiccones, es tan importante lo que se descuenta, que no llega a compensarse con el futuro saldo a pagar por las empresas”.
Así las cosas, señaló que “en la práctica", la retención es un impuesto paralelo al del ingreso Bruto, cuyo impacto es financiero, "porque se descuenta anticipadamente algo que se va a compensar después". No obstante, prosiguió, "cuando la acumulación de retenciones es exagerada, entonces el problema será económica”.
Por último, apuntó a que más haya de cualquier decisión política, el tributo es más difícil de eliminar de lo que aparenta por su ingerencia provincial: "Este sistema se dispone por una resolución de un organismo múltiprovincial cuya aplicación corre a cargo de la aprobación de dichas jurisdicciones.
"Uno podría pensar que para eliminarlo sólo bastaría un decreto del Ejecutivo, pero según nuestras fuentes no sería tan fácil eliminar la retención, porque es una decisión de las provincias que afecta directamente a su recaudación", concluyó.
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