En una entrevista ofrecida al periodista Andrés Cánepa en la tarde de Radio Mitre Rosario, el Gobernador Miguel Lifschitz habló sobre los hechos de violencia ocurridos entre finales del 2017 y principios de este año que pusieron en la primera plana de los diarios los enfrentamientos entre bandas dedicadas al narcomenudeo en la zona sur de la ciudad de Rosario. El gobernador reconoció la situación y dijo que el nivel de violencia que se produjo en el lapso de dos meses, “no se condice con lo que venía ocurriendo”, de acuerdo a la baja en la criminalidad que había informado el Ministerio de Seguridad a finales de 2017. “Estamos siguiendo muy atentamente esa situación”, explicó el mandatario.
En otro segmento de la entrevista, el gobernador hizo hincapié en las declaraciones de miembros de su partido que abrieron la puerta a un armado político con el peronismo. Durante esta semana y la pasada, el radical Jorge Henn, los socialistas Rubén Galassi, Miguel Capiello y el mismísimo presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti, dieron un halo de luz para a los peronistas. Sin embargo, Lifschitz fue contundente: «Hemos tenido muchas diferencias y confrontado en Rosario y en la provincia en contiendas electorales a lo largo de tres décadas. Hemos sido opositores al gobierno de Néstor y Cristina, con lo cual creo que pensar el futuro del Frente Progresista, implica pensarlo como una alternativa que no cae en ninguno de los dos bordes de la grieta. De otra forma estaríamos haciéndole el juego a aquellos que están promoviendo un alineamiento con Cambiemos o otros sectores que pretenden lo mismo con el peronismo».
– En estos primeros días del año se encendió una alerta sobre crímenes en Rosario ligados a los enfrentamientos entre bandas ¿Qué decisión se tomo y que medidas están tomando?
– Es verdad, ha habido un alto nivel de violencia que no se condice con lo que venía ocurriendo en el último año y estamos siguiendo muy atentamente esa situación. Tiene causas muy palpables en situaciones de conflictividad con enfrentamiento sobre grupos delictivos, particularmente de zona sur que se han generado una sucesión de hechos violentos que estamos trabajando para ponerle con coto a través de la acción policial y de la justicia. En esto es clave, la acción de las Fiscalías y del Ministerio Público de la Acusación. La mayoría de estos jóvenes tienen antecedentes y están involucrados en distintas causas, algunos de ellos con salidas transitorias. Me parece que hay que hacer un trabajo conjunto y seguir avanzando en el trabajo social en los barrios. Muchos de estos fenómenos de violencia tienen que ver con condiciones de vida muy precarias y con familias vulnerables.
– ¿Cuál es su posición sobre la posibilidad de un frente unificado con el peronismo para enfrentar a Cambiemos en el 2019?
– Hubo mucha especulación al respecto, muchas interpretaciones sobre algunas manifestaciones de algún dirigente del Frente Progresista. La verdad es que nosotros jamás discutimos seriamente la posibilidad de hacer alianzas electorales con ningún otro partido y mucho menos con el peronismo con el cual, más allá del respeto y del dialogo que tenemos permanentemente con todos los sectores y dirigentes políticos, hemos tenido muchas diferencias y confrontado en Rosario y la provincia de Santa Fe en contiendas electorales a lo largo de tres décadas. Hemos sido opositores al gobierno de Néstor y Cristina, con lo cual creo que pensar el futuro del Frente Progresista, implica hacerlo como una alternativa que no cae en ninguno de los dos bordes de la grieta. De otra forma estaríamos haciéndole el juego a aquellos que están promoviendo un alineamiento con Cambiemos o otros sectores que pretenden lo mismo con el peronismo.
– ¿Qué perspectivas hay con respecto al trabajo y la producción en la provincia?
– Hay que tener una posición moderada: ni los que ven una crisis de desempleo ni tampoco los optimistas que ven una economía en crecimiento. Hemos tenido en la provincia una situación positiva, eso tiene que ver con la estructura productiva de Santa Fe y el fuerte impacto del sector agropecuario, la recuperación de algunos sectores industriales. Se dan una serie de circunstancias que nos permiten estar un poco mejor que la mayoría de las provincias. Igualmente, hay muchos signos de interrogación y preocupaciones que tiene que ver con la inflación que no cede, el déficit fiscal que se ha incrementado, el déficit comercial que se incrementó el año pasado, las importaciones que afectan a algunos sectores de la industria.
– ¿Cuáles son los objetivos de su gobierno en obra pública para este 2018?
– Durante los próximos dos años queremos mantener el ritmo, incluso incrementarlo. Estamos avanzando con muchos proyectos, los que están en marcha para terminarlos, además de iniciar otros, particularmente en todo lo que es la obra vial con muchísima inversión. En el caso de las obras hídricas estamos ejecutándolas en los 19 departamentos. Esta es la idea que queremos sostener, y para eso le hemos solicitado a la Legislatura la aprobación de un proyecto de endeudamiento de 300 millones de dólares con el Banco Mundial para destinarlo a pavimentos urbanos en todos los municipios y comunas de la provincia, una obra muy necesitaría y reclamada por la autoridades locales y otros 500 millones de dólares para poder continuar con el ritmo de inversión pública que venimos marcando.
– ¿Es importante para este tipo de inversión en obra pública el acuerdo con el Gobierno Nacional por el tema de la deuda histórica?
– Por supuesto que es importante, nos permitiría pensar en otra escala de proyectos, estamos hablando de 50 mil millones de dólares. Creo que el Gobierno Nacional ha tomado demasiado tiempo para estudiar una propuesta y espero que en los próximos meses como está establecido, el 31 de marzo, tengamos una propuesta firme y concreta como para empezar a saldar la deuda.