Las fotos inéditas de Edgar Vivar que revelaron a qué se dedicaba antes de convertirse en el Señor Barriga
A Édgar Vivar siempre le gustó la actuación, pero lo cierto es que durante un tiempo de su vida desarrolló otra actividad con mucho profesionalismo antes de convertirse en el Señor Barriga, icónico personaje del Chavo del 8.
Es que, el actor fue médico ginecólogo hasta 1970, cuando Chespirito lo llamó para contratarlo. Previamente, había tomado clases de teatro por su amor por el arte. En ese momento, decidió dar un paso al costado de la medicina y volcarse de lleno a la actuación.
Los últimos días se filtraron dos fotos de su pasado como ginecólogo que dejaron en shock a los fans. “En mi época universitaria los estudiantes debíamos tener una actividad estética y yo escogí el teatro. Siempre me gustó, desde pequeño. Aunque no parezca, las dos profesiones van de la mano. Porque la medicina busca aliviar el dolor físico, y el arte el dolor del espíritu”, explicaba hace más de cuatro décadas en una entrevista para TV Guía.
Vivar dejó la secundaria y se recibió de médico en la Universidad Autónoma de México, y luego, en la década del 70, Roberto Gómez Bolaños lo contrató para interpretar a Ñoño en la recordada ficción.
A pesar de que dejó la medicina en más de una ocasión, relacionó sus dos profesiones y en el 2019 obtuvo un reconocimiento por parte del ministerio de Salud de Arequipa, Perú, por su “labor social” y por “traer alegría y esparcimiento a los niños hospitalizados en el área de pediatría”. En ese momento celebró en sus redes sociales: “Es bueno renovar votos de compromiso con la Vida. Aliviar el dolor humano a través del Teatro también es terapéutico -y para mi- gratificante. Estoy conmovido por el diploma, pero sobre todo por el cariño de los pequeños que a pesar del dolor aún sonríen”.

En 1992 abandonó a Bolaños porque su sobrepeso le trajo varios problemas cardiovasculares. Sin embargo, su salud mejoró tras un tratamiento que le permitió perder peso, y luego se sometió a una cirugía de bypass.
“Tuve dos tromboembolias, entre otros problemas, ese riesgo latente implicaba un mayor peligro de alguna manera para la operación. Fui coqueteado por muchos médicos para hacerme esta operación. Había que terminar con esta situación porque ya estaba sumamente mal, así que las cosas se fueron dando. El Señor Barriga ya se terminó. Es un capítulo hermosísimo pero cerrado en mi vida. Yo le debo muchas cosas a Chespirito, fueron personajes encantadores”. A pesar de que intentó dar vuelta la página, nunca pudo despegarse de ese papel y ahora aprovecha para ganar algunos dólares haciendo presentaciones en Estados Unidos.
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