La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 30 de enero de cada año como el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), un grupo de 20 enfermedades causadas por diversos agentes patógenos -virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas- que tienen “consecuencias devastadoras en el ámbito social, económico y de salud” para “más de mil millones de personas” a nivel global.
De acuerdo con lo informado por la OMS, muchas de estas enfermedades se transmiten por vectores, están asociadas con ciclos biológicos complejos y el agente patógeno que las provoca se hospeda en un reservorio animal, factores que “dificultan su control desde un punto de vista de salud pública”. Por otro lado, la OMS define estas enfermedades como desatendidas porque son muy pocos los recursos que se destinan a combatirlas y a su vez afectan a poblaciones desatendidas.
De las ETD que lista la OMS, se encuentran presentes en Argentina dengue y chikungunya, enfermedad de Chagas, lepra, sarna, rabia, envenenamiento por mordedura de serpiente, micetoma, teniasis, helmintiasis, trematodiasis de origen alimentario y leishmaniasis, informó el Dr. Tomás Orduna, médico infectólogo tropicalista, ex Jefe de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz y miembro del Comité Científico de la Fundación Mundo Sano.
“Las enfermedades tropicales negligenciadas u olvidadas tienen un máximo de expresión, por morbilidad, mortalidad, incidencia y prevalencia, en los trópicos y subtrópicos, pero en muchas partes del mundo se derraman sobre las regiones templadas. Pese a que hace unos 25 años comenzó a hablarse de este grupo de enfermedades, para muchas de ellas no se han tenido avances para combatirlas, en términos de métodos de prevención o tratamientos. Mientras que el dengue, aún considerada una enfermedad negligenciada, ha tenido mucha inversión en vacunas”, sostuvo el Dr. Orduna.
Desde noviembre del año pasado, se encuentra disponible en Argentina la vacuna tetravalente contra el dengue producida por el laboratorio Takeda, que está indicada -con presentación de receta médica- para personas a partir de los 4 años.
El esquema incluye 2 dosis, separadas por 3 meses. La seguridad y eficacia de la vacuna fue avalada por un programa de ensayos clínicos que incluyó el estudio TIDES, del que participaron más de 20 mil voluntarios durante 4,5 años y demostró una reducción del 84% de las hospitalizaciones por dengue y una disminución del 61% los casos de dengue sintomático.
“Casi 9 de cada 10 personas que reciban la vacuna contra el dengue no van a necesitar hospitalización, ya que no van a tener progresión a cuadro grave”, comentó el Dr. Orduna.
Sobre la aplicación de la vacuna, el Dr. Orduna describió que en el “sector privado y de las empresas de medicina prepaga hay mucha aceptación”, ya que “miles de personas se vacunaron en vacunatorios privados en provincias como Tucumán, al igual que en el AMBA”. Por otro lado, señaló que los gobiernos de las provincias de Salta y Misiones adquirieron vacunas para aplicar en regiones donde históricamente hay mayor incidencia de la enfermedad.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud, en 2023 se registraron en el país 139.946 casos de dengue y en 18 provincias hubo casos autóctonos. Por su parte, el Dr. Orduna señaló que entre las “dos últimas semanas del 2023 y las dos primeras del 2024, ya tenemos 11.000 casos en el NEA, casi la mitad de ellos en Chaco y el resto distribuido entre Formosa, Corrientes y Misiones”.
El Dr. Orduna también observó que no hay tratamientos farmacológicos contra el dengue, lo cual es un “un nicho que debe ser investigado”, y explicó que a los pacientes que tienen esta enfermedad y presentan síntomas, sólo se les pueden dar “medidas de soporte”.
Otra de las ETD presentes en Argentina es la enfermedad de Chagas, que se transmite por “contacto con el insecto vector (la vinchuca), por ingesta de alimentos contaminados, transfusión de sangre infectada o transmisión de madre a hijo. Alrededor de un 30% de los pacientes crónicos de esta enfermedad pueden desarrollar alteraciones cardíacas o digestivas”.
También hay en el país casos de lepra, enfermedad que resulta de la infección por una bacteria y afecta principalmente a la piel, al sistema nervioso periférico y a los ojos7.
“Tenemos áreas endémicas donde es menester el trabajo activo de búsqueda de pacientes para detectar casos de lepra y ofrecer tratamiento para la misma, principalmente en el Nordeste: Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones, porque la lepra se cura”, afirmó el Dr. Orduna.
La sarna y otras ectoparasitosis, que son un grupo de infestaciones de la piel causadas por ácaros, pulgas o piojos que causan picazón intensa y sarpullidos, también están presentes en el país. Además, hay casos de rabia, una enfermedad vírica prevenible que se transmite al ser humano por la mordedura de un animal infectado, por lo general un perro, y es mortal una vez que aparecen los síntomas.
“Tenemos controlado el tema rabia -aseguró el Dr. Orduna-, la eliminamos en perros y gatos en el país. El problema hoy es una rabia de difícil control, que está asociada a los murciélagos, ya que el 3% de estos animales portan virus rábico”.
Las ETD incluyen al envenenamiento por mordedura de serpiente, que, según precisó el Dr. Orduna, en nuestro país el 97% de los casos se debe a mordeduras de yarará.
En Argentina también hay casos de micetoma, cromoblastomicosis y otras micosis profundas “que producen inflamaciones crónicas que causan la destrucción progresiva de la piel y de los tejidos subcutáneos y suelen afectar a los miembros inferiores”; así como casos de teniasis, enfermedad causada por la presencia de una tenia adulta en el intestino humano”, y de cisticercosis, que se contrae al ingerir huevos de tenia que después producen larvas alojadas en los tejidos.
Además, están presentes en el país las helmintiasis transmitidas a partir de suelos contaminados por heces humanas, que causan anemia, carencia de vitamina A, retrasos del crecimiento, malnutrición, obstrucción intestinal y alteraciones del desarrollo”.
Otro grupo de ETD presentes en Argentina son las leishmaniasis, transmitidas por la picadura de mosquitos flebótomos hembra infectados, que en su forma más grave ataca los órganos internos, mientras que en su forma más frecuente causa ulceraciones de la piel, cicatrices deformantes y discapacidad.
Las trematodiasis de origen alimentario son un grupo de enfermedades infecciosas que se contraen al consumir pescado, crustáceos o vegetales contaminados con larvas de parásito y también se encuentra en el país (fascioliasis), al igual que la hidatidosis (o equinococosis), una enfermedad producida por el parásito “tenia del perro” en su fase larvaria que forma quistes en los órganos humanos.