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jueves 28 de marzo del 2024

Las cervecerías artesanales copan Rosario: ya hay 65 en la ciudad

Por Nicolás Cánepa y Tatiana Pace.

Los bares de cerveza artesanal son un boom en la ciudad. En lo que va del año ya se abrieron más de 12 locales de este estilo, elevando el número a un total de 65 bares que ofrecen la bebida más consumida por los rosarinos: unos 150 mil litros mensuales. La mayoría se concentran en Pichincha, avenida Pellegrini y algunos lugares del Macrocentro. Cada uno tiene su propio estilo y una importante variedad de propuestas que van de la clásica Lager o Amber a la IPA o Stout.

Con una fuerte influencia europea y hasta porteña, los bares de cerveza artesanal son cada vez más en nuestra ciudad. En palabras de sus emprendedores, el auge se debe a que la cerveza elaborada es muy distinta a la comercial: “Es otra cosa. Es totalmente diferente a la industrial, casi incomparable. Mucha gente se ha volcado al consumo de este producto más fino, más elaborado, con sus propias características e infinidad de estilos, lo que a mí me parece un paso hacia adelante”, comentó Esteban Schlimovich, integrante de la Cámara Rosarina de Artesanos Cerveceros.

La mayoría de los comerciantes inició este camino inspirados en la cultura cervecera del viejo continente y de Norteamérica, movimiento que comenzó en los años 70 y que ya se encuentra muy arraigado en esos países. “Tanto en Estados Unidos como en Europa hoy en día hay cervezas industriales que no dejan de estar en el ámbito comercial, pero a la par tienen un mercado de birra artesana. Es increíble porque vas a cualquier lugar gastronómico y te encontrás con el estilo artesanal. Creo que acá va a pasar más o menos lo mismo. De a poco va a ir creciendo cada vez más el consumo como la calidad del producto local y nacional, que no va a hacer que los otros locales dejen de comercializar la industrial sino que se va a ir incorporando”, explicó Guillermo Frisco, dueño de GrowlerGarage, en Pichincha.

Franco Trovato Fuoco

Están quienes producen su propia cerveza y aquellos que se suministran comprando las marcas a productores, principalmente porteños, aunque hay variedad de estilos provinciales que llegan a Rosario desde Córdoba hasta Santa Cruz. Lo más llamativo es que el mercado de cerveza artesanal es muy amigable entre productores y comerciantes y caracterizan a la competencia como buena, sana y con muchas alternativas para el consumidor.

“Todos tienen propuestas que se rozan pero a la vez diferentes, lo que le va dando la posibilidad al público de elegir qué experiencia y sabor quiere vivir. Está bueno porque también incentiva y hace evolucionar a los productos”, dijo Maximiliano Tineo, dueño de Birra (Alvear casi Brown).

Pichincha es una de las zonas que más alberga este estilo de bares. Según Frisco, este barrio “se está convirtiendo en el Palermo de Buenos Aires, un lugar donde vos salís y hay bares cada media cuadra. Y que esto haga que la gente se acerque y vaya probando sin quedarse en un solo lugar, haciendo que nos vaya bien a todos”.

«Acá es donde la gente en realidad no es que quiere tomar birra porque está de moda, sino porque quiere degustar una buena cerveza y va a ir a buscar eso a Pichincha”.

Muchos deciden colocar sus cervecerías en esta zona ya que, según consideran, tiene una mística relacionada al ámbito.“Una cervecería emblemática de Rosario es Fenicia, que fue la primera de orden local de Rosario y marcó que este es el pueblo cervecero. Acá es donde la gente en realidad no es que quiere tomar birra porque está de moda, sino porque quiere degustar una buena cerveza y va a ir a buscar eso a Pichincha”.

Por otro lado, Pellegrini parece estar más relegado de este ambiente aunque en 2017 se sumaron cuatro comercios del rubro, aunque no con la misma pasión que en Pichincha. Ante la consulta de si la cerveza artesanal es una moda, todos los consultados fueron tajantes en su respuesta: no. Y en gran parte todos coincidieron en el hecho de que la cerveza artesanal llegó para quedarse y que todavía tiene mucho para crecer en el mercado cervecero.

“En Argentina estamos en casi el 2% del mercado de las cervezas totales ocupado por la artesanal”.

“En Argentina estamos en casi el 2% del mercado de las cervezas totales ocupado por la artesanal”, mencionó Schlimovich quien agregó que todavía está lejos de Estados Unidos en donde ocupa el 18% del mercado. Como visión a futuro, todas las fuentes consultadas aseguran que no falta mucho para que todos los restaurantes, bares y lugares gastronómicos incorporen a la cerveza artesanal dentro de sus opciones a la hora de elegir una bebida.

Green Dragon.

¿Qué es la CRAC?

La Cámara Rosarina de Artesanos Cerveceros está integrada por pequeños y grandes productores, desde los que producen 1.000 hasta los que producen 40.000 litros mensuales. Unas 20 marcas están adheridas a la cámara que surgió “por una necesidad de organizar el descontrol en el buen sentido”, explicó Esteban Schlimovich, uno de los productores fundadores.

La representatividad legal a través de la asociación empresaria le permitió a la CRAC poder tener acercamientos con otras cámaras del resto del país, tener contacto con proveedores, establecer protocolos sanitarios, definir el cómo trasladar los productos al bar y que el bar entienda cómo se trabaja con los productos, entre algunos de los beneficios.

Si bien hay muchas marcas y productores que no integran la cámara (ya que no es un requisito exclusivo para producir), hay otra veintena de marcas que están regularizando su situación legal para también unirse y trabajar en conjunto.

Los gustos de los rosarinos

A la hora de elegir, los rosarinos se inclinan mayoritariamente por las que más intensas, es decir, las que mantienen más la frescura y le dan más consistencia a la espuma. Son de color claro y con sabor amargo. Dentro de ellas sobresalen tres estilos: IPA (IndianPale Ale), APA (American Pale Ale) y EPA (English Pale Ale), las más solicitadas por los clientes.

La cerveza Honey, que incorpora miel en su proceso de elaboración, es la contraria a las mencionadas anteriormente. Tiene un sabor mucho más dulce y es otra de las preferidas en la ciudad. «Este gusto es muy poco habitual en otros lugares. Algo que pocas veces se vio», contó Maximiliano Calderón, encargado de On Tap.

Esteban Schlimovich y Maximiliano Calderón contaron que hoy los clientes se están acostumbrando a la cerveza artesanal, aprendiendo a tomarla, lo que hace que el nivel de exigencia vaya creciendo y obligando a los vendedores no sólo a comercializar el producto sino también a saber hacerlo bien.

Nuevas formas de atención      

Cada vez son más los bares de cerveza artesanal que, incorporando el estilo europeo, rompen con el esquema tradicional de atención al público. La ausencia de mozos, por ejemplo, es una tendencia que viene en crecimiento.

El propio cliente puede acercarse a la barra y pedir su cerveza. Gonzalo Frisco, dueño de GrowlerGarage, incorporó de su viaje a Europa el concepto de bar chico. “Este concepto es sin mesa, sin mozo. Todo es banqueta y gente parada que esté hablando entre sí, que te pide la cerveza, que se maneja sola sin que un mozo te venga a atender”, detalló. Un concepto similar incorpora el bar Birras aunque en este caso si hay presencia de mesas.

On Tap por su parte apuesta a otro criterio innovador. Mantiene la ausencia de mozos e incorpora banquetas, almohadones, bicicletero y un trato más personal, como familiar, con la clientela. Todo es producido de forma propia, la cerveza y también la comida. Por último, ofrece como novedoso un menú que cambia todos los días. La cerveza que se consume una noche, quizás no esté en la pizarra al otro día. Si el cliente quiere saber qué podrá consumir en ese momento, se tiene que acercar al lugar e averiguarlo en persona.

Todos los bares mencionados responden a nuevas formas que se fueron incorporando en la zona de Pichincha. En Pellegrini, en cambio, el esquema de atención es más tradicional: muchos mozos, mesas y mayor espacio físico, además de una mayor apuesta en lo edilicio y estético.