El agua es esencial para la vida y representa más del 60% del peso del cuerpo humano.
Los requerimientos de agua de cada persona son muy variables y dependen del metabolismo, las condiciones ambientales y el grado de actividad. Se estima que las comidas aportan entre 500 y 900 ml de agua por día.
Cómo prevenir la deshidratación
Un adulto debería tomar entre 8 y 10 vasos de agua por día teniendo en cuenta que se recomienda que reponer de 2 a 2,5 litros de agua diariamente. En condiciones normales, el organismo pierde agua durante la respiración, en la orina, en la materia fecal y a través del sudor.
Cuando la pérdida de agua supera al ingreso se produce deshidratación. La deshidratación tiene consecuencias negativas para la salud y el normal desarrollo de tareas físicas y mentales.
Se asocia con disminución del rendimiento físico y mental, formación de cálculos renales, infecciones del tracto urinario, trastornos broncopulmonares, constipación. Los niños pequeños, los lactantes, los ancianos, las embarazadas, los deportistas y las personas con algunas enfermedades crónicas o bajo tratamiento farmacológico son más propensos a deshidratarse.
Por otro lado, el consumo excesivo de bebidas azucaradas se ha relacionado con en el desarrollo de obesidad y factores de riesgo cardiovascular.
Entre los mecanismos propuestos para explicar esta asociación se destacan el incremento de las calorías consumidas, la estimulación del apetito y el bajo poder de saciedad de las bebidas en comparación con los alimentos sólidos, entre otros.
Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que el consumo de bebidas azucaradas, se viene incrementando de manera sostenida en la región y que el 50% de las calorías aportadas a partir del consumo de alimentos ultra procesados proviene de gaseosas. Nuestro país constituye uno de los principales consumidores a nivel mundial, con un promedio de 137 litros por persona por año, lo que representa un aporte de 13 kg de azúcar.
La Segunda Encuesta de Nutrición y Salud de Argentina (ENNyS II) también muestra un consumo alarmante: el 32,9% de los adultos y el 46% de los niños, niñas y adolescentes refirió haber consumido bebidas artificiales con azúcar al menos una vez al día, tomando como referencia los últimos tres meses.
Hidratación saludable
En este sentido, es recomendable elegir consumir agua segura para la hidratación. Algunas recomendaciones para una hidratación saludable son:
- No esperar a tener sed para beber agua.
- Preferir agua segura como bebida principal.
- Las aguas saborizadas caseras son una buena opción para diversificar: se pueden utilizar vegetales, frutas y hierbas como limón, jengibre, menta, albahaca, eneldo, naranja, pepino, sandía, frutillas, manzana, entre otras. Las combinaciones posibles son muy variadas y para intensificar su sabor conviene prepararlas y dejarlas reposar varias horas en la heladera.
- Preparar infusiones frías como el té negro, verde, rojo y sus variedades saborizadas o especiadas. También manzanilla, lavanda y tés saborizados.
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