El ex empleado de la UFI-AMIA Diego lagomarsino, el técnico informático que le prestó un arma al fiscal Alberto Nisman, dijo hoy que su «vida hoy no es vida» y que aguarda con ansias el comienzo del juicio para demostrar su «inocencia».
«Cuando dicen que fui parte de un superplan homicida me pregunto si saben por qué me cagaría la vida para siempre de esa manera. No existe dinero ni motivo por el que uno haga algo así», afirmó, para enfatizar luego: «La tragedia de mi vida se inicia un día como ayer, hace cuatro años. Mi vida hoy no es vida».
Caso Nisman: un asesinato probado por la justicia que aún no encontró culpables
En declaraciones a AM 530 y a la FM Con Vos, Lagomarsino recordó que hace un año «no apelamos el procesamiento para ir a juicio oral y que podamos demostrar mi inocencia», y afirmó que en estos cuatro años «no se encontró un solo contacto mío con alguien sospechoso».
«Yo le perdoné a Alberto Nisman el quilombo en el que me metió al usar mi arma para matarse. Traicionó mi confianza, pero yo lo perdoné. Alberto tuvo muchos motivos para quitarse la vida, lo supe después de leer el expediente y de ir conociendo cuestiones que me dieron mucha pena», indicó.
«Lo único que buscamos es la verdad», sostuvo el ex empleado de la UFI-AMIA, para quien «hay muchos intereses y ganas de que haya ocurrido una o tal cosa, y muchos hablan sin saber de la causa».
Para el juez federal Julián Ercolini, para el fiscal Eduardo Taiano y para la Cámara Federal Alberto Nisman fue asesinado en el 18 de enero de 2015 en el baño del departamento de Puerto Madero que alquilaba en la torre Le Parc.
Para la Justicia, Lagomarsino fue quien llevó el arma homicida y así formó parte de un plan criminal. Por su parte, cuatro custodios de Nisman fueron procesados por encubrimiento.
Lagomarsino reveló además que su actual abogado, Gabriel Palmeiro, en un principio «tenía dudas, pero hoy esta convencido, y me defiende a capa y espada porque sabe que es una hijaputez lo que están haciendo conmigo».
Asimismo, reiteró sus cuestionamientos hacia la pericia de la Gendermería Nacional, que afirmó que Nisman fue asesinado por dos personas, que de alguna manera habrían logrado salir del baño y dejar al cuerpo del ex fiscal trabando la puerta desde adentro, y la calificó de «dudosa» ya que «no aceptaron que estén todas las partes presentes».
«Yo quiero saber por qué firmaron eso los 27 peritos, de los cuales solo 2 eran médicos, y contradice a los 14 integrantes del Cuerpo Médico Forense, y confunde golpes con improntas del cadáver. Tengo la fe y la esperanza, por ser inocente, que esto saldrá a favor mío y la gente de Gendarmería tendrá que dar muchas explicaciones al respecto», concluyó.