Lo que debía verse como una excepcional jornada de sol, playa y mar terminó en sorpresa para unos turistas británicos que no podían creer lo que veían. Fue en una de las tantas paradisíacas playas tailandesas cuando el grupo de amigos arrendó unos kayaks para internarse en las cuevas de Railay Bay.
En un determinado momento, los turistas escucharon una melodía que llegaba desde uno de las cavernas. Al acercarse vieron a unas extrañas criaturas -similares a los ewoks de Star Wars– que se movían lentamente y hacían sonar unas especies de armónicas.
Algunos de los ewoks, a los que los británicos llamaron «monos trolls«, caminaban por el agua, mientras que otros estaban quietos sobre piedras, con las piernas recogidas observando el extraño ritual de los demás.