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miercoles 08 de mayo del 2024

La primera dama viajó a Roma para participar de un evento junto al papa Francisco

Además le regaló el cáliz que se usó en la misa de Luján.

En su primer acto público oficial, la primera dama argentina, Fabiola Yáñez, se reunió hoy con el papa Francisco junto a otras mujeres de mandatarios de América Latina, en la nueva sede de la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes, que fue inaugurada por el Santo Padre. Yánez le regaló a Francisco el cáliz con el que se celebró la misa del domingo pasado en la Basílica de Luján, como presente por sus 50 años de ordenación sacerdotal, que celebra hoy.

«Santo Padre, le envían de Argentina el cáliz de la misa por la unión de los argentinos que se celebró en la Basílica de Luján y que significó tanto para nuestro país», le dijo la primera dama al Papa, que le agradeció el gesto y la abrazó.

Junto a las primeras damas de Paraguay, Silvana Abdo Benítez; de Brasil, Michelle Bolsonaro; de Colombia, María Juliana Ruiz; y de Belice, Kim Simplis Barrow -todas vestidas de riguroso negro-, Yáñez confirmó ante Francisco su compromiso de trabajar con Scholas, fundación que busca, a través de la educación, el arte y el deporte, crear una cultura del encuentro. Así lo hizo en el marco de la Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado y Representantes (ALMA), un grupo lanzado en septiembre pasado por la paraguaya Abdo Benítez e integrada por las demás primeras damas.

Las primeras damas -que estuvieron unos 20 minutos con el Pontífice, sentadas alrededor de una mesa cuadrada- le contaron en este marco su idea de un organizar un encuentro intercultural e interreligioso de jóvenes latinoamericanos, el año que viene. Durante la reunión, que tuvo lugar en un clima muy distendido, Francisco destacó el papel de la mujer en la historia, especialmente de la mujer paraguaya después de la Guerra del Paraguay, cuando decidió ser fecunda para salvar a su pueblo, un ejemplo para el resto del continente.

Luego de participar de un acto central en el que el Papa charló con jóvenes de todo el mundo y por videoconferencia inauguró una sede de Scholas en Los Angeles, Estados Unidos, las cinco primeras damas se despidieron de Francisco esperándolo en el hall de entrada del edificio con una gran torta con el número 50, en honor de sus bodas de oro sacerdotales y entonando el Feliz cumpleaños.