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sábado 27 de abril del 2024

Aseguran que la mayoría de los terrenos ocupados son privados

La policía detuvo hoy a seis personas cuando intentaban usurpar un terreno ubicado en la zona de Ovidio Lagos al 6800, al sudoeste de Rosario. El asentamiento que no fue volvió a destapar la problemática del acceso a la vivienda en Rosario y las usurpaciones permanentes. Diego Leone, secretario del Hábitat de la provincia, aseguró a Rosario Nuestro que es «imposible saber cuántos terrenos ocupados hay en Rosario porque la mayoría son privados». Sin embargo, aclaró: «Si hay alguna modalidad o denuncia, intercedemos para ayudarlos».

Fueron tres hombres y tres mujeres los detenidos esta tarde. La policía informó que durante el operativo secuestró cuatro machetes, una tenaza, una pinza y un martillo. También incautaron un auto Chevrolet Vectra, en el que se movilizaban. Interviene la Comisaria 33, de barrio Tío Rolo. La usurpación fue desbaratada tras la denuncia de un efectivo de seguridad privada, que advirtío que un grupo de personas había cercado el terreno  con alambres, cintas e hilos con el objetivo de asentarse. El hombre también notó presencia de cuatro menores de edad.

En ese marco, el secretario de Hábitat de la provincia, Diego Leone, aseguró que este tipo de ocupaciones se dan en terrenos privados, no públicos. Y que de estos últimos, cualquier posible ocupación es excepcional. «Que no conozcamos no quiere decir que no estemos al tanto de muchos casos. Hay terrenos en distintos lugares, terrenos libres que los agarra un grupo de personas. Para nosotros es imposible saber cuántos son los ocupados, pero si hay alguna denuncia, intercedemos para ayudar a los privados», señaló.

Leone informó que la última intervención fue hace seis meses, en un terreno de dos hectáreas en la zona de Torrente y Cuyo. «Fue decisión del gobernador intervenir, porque eran 300 personas las que habían ocupado. Se pidió la intervención e hicimos desarticular el desalojo. En ese caso, como eran muchas familias, no se pudo negociar. Se hizo una infraestructura y ellos las abonan».

El funcionario explicó que en ese caso no se trataba de un hacinamiento, sino de un espacio vulnerable sin infraestructura. «Una vivienda puede estar bien o mal construida, pero es distinto lo que pasa en los terrenos. No es lo miso que tenga o no infraestructura, servicios (agua y desagües), pavimentación e iluminación de las calles. Es un asentamiento irregular, con condiciones precarias, no óptimas».