El Observatorio de la Deuda Social, de la Universidad Católica Argentina (UCA), determinó que hay 44,7% de pobres en el país y llega al 62,9% entre niños y adolescentes.
“La pobreza monetaria ya perforó el 40%, llegando a casi el 45% de la población, pero afecta de manera muy particular a la infancia, que en más de un 60%, un 63% aproximadamente, son pobres, y un 16% dentro de ese grupo son indigentes, es decir, que viven en hogares que no tienen los recursos económicos para poder adquirir una canasta básica alimentaria”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Ianina Tuñon, investigadora del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Y seguido, agregó que estas cifras “son bastante parecidas desde la pandemia, donde tuvimos el pico de pobreza más alto, y la indigencia te diría que se incrementó en el último periodo interanual en tres puntos porcentuales en la infancia, lo cual es de alguna manera alarmante, porque hasta el momento las transferencias de ingresos venían sosteniendo los niveles de indigencia. Y pareciera haber un cambio de tendencia en ese punto, lo cual es importante como dato para dar cuenta de que estas transferencias son muy importantes y que además es muy importante poder actualizarlas, porque claramente la inflación está produciendo una merma muy importante en la capacidad de compra de los hogares más pobres de la Argentina”.
Respecto al trabajo, la investigadora señaló que en el caso de la pobreza monetaria, es comparable con la que produce el INDEC, “la pobreza multidimensional, que es otra pobreza que nosotros estimamos, que considera seis dimensiones, está en torno al 60% de la población, y sí afecta de mayor media también a las niñas, alrededor del 77% de las niñas. Esa manera de medir la pobreza de alguna manera nos permite saber cuáles son las corresponsabilidades que tienen las diferentes áreas de gobierno, porque nos da una idea de qué ocurre en educación, qué ocurre en salud, qué ocurre en trabajo, en distintas dimensiones, por eso es bastante valiosa para la gestión de la política pública”.
Con relación al empleo, Tuñon evaluó que “parte de lo que ocurrió a partir de la pandemia es la incorporación de sectores medios bajos a la pobreza. Es decir, hogares que tienen empleo, que tienen empleo regular, en el contexto de la informalidad, de la precariedad, pero son empleos que no tienen soporte a la seguridad social, creo que son empleos de tiempo completo todos los días. Pero este tipo de empleo está hoy generando ingresos que están por debajo del valor de la canasta básica total. Lo cual, bueno, habla también de una porción de la población que son nuevos pobres, que aún con trabajo no logran reunir los recursos necesarios para esa canasta”.
En tanto, sobre los dichos de esta semana del actual presidente Alberto Fernández, quien manifestó que se está midiendo mal la pobreza y que de ser así los datos del INDEC estaríamos en un país que estaría estallado, explicó: “Tanto el INDEC como los estudios que estamos realizando nosotros y otras universidades que hacen estimaciones de la pobreza, todos coincidimos en la tendencia. Podemos tener diferencias en los valores en algunos puntos según el marco mostrable de cada uno, pero la tendencia es coincidente. Y por supuesto que no hay ninguna medida que sea la verdadera. Todas son aproximaciones respecto a la realidad”.
Finalmente, respecto a las perspetivas a futuro en materia económica, la investigadora de la UCA, adelantó: “Los supuestos con los que nosotros estamos trabajando es el supuesto de que las transferencias de ingresos van a continuar, que muy probablemente en un mediano plazo, seguiremos teniendo incrementos en la inflación. Con lo cual lo que probablemente va a ocurrir es que la pobreza y la indigencia se van a mantener en los valores actuales o van a crecer dos o tres puntos, como viene siendo la tendencia”.