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viernes 26 de abril del 2024

La pastilla azul, la pastilla rosa, la excitación y el deseo

En 2015 la Food and Drug Administration (FDA) de EEUU aprobó la comercialización de una nueva droga, la FLIBANSERINA, que se dio a conocer como el “Viagra” femenino, ya que intentaba emular el éxito que el SILDENAFIL había tenido en relación a la respuesta sexual masculina, a partir de su aprobación por parte de la FDA en 1998. Pero en este caso, actuaría sobre la fase del Deseo.

Para el diagnóstico de Deseo Sexual Hipoactivo, se suele partir de una premisa errónea, que es considerar que la respuesta sexual de la mujer es idéntica a la del varón. La Dra. Rosemary Basson reformula el modelo clásico de respuesta sexual planteado por William Master y Virginia Johnson, postulando una concepción circular del ciclo de respuesta sexual femenina, en donde puede producirse una superposición de las fases de deseo y excitación, lo cual implica que  en la mayoría de los casos no cabe esperar la existencia de deseo previo al inicio de la actividad sexual.

Según Basson, el deseo va apareciendo a medida que se desarrolla la respuesta, si los estímulos son adecuados, y fundamentalmente si en el contexto de la relación la mujer se siente conectada emocionalmente con su pareja y tiene una vivencia de INTIMIDAD. Es decir, cuando existe  conocimiento y confianza con el otro (en el caso de las relaciones estables).

 La sexualidad humana es sumamente compleja. Así como nos diferenciamos de otros animales por la capacidad simbólica, también lo hacemos por el EROTISMO. Gerard Zwang define la FUNCIÓN ERÓTICA como el ejercicio consciente del placer sexual.

En esa complejidad erótica confluyen factores psicológicos, biológicos y socio culturales. En la fase del Deseo, es donde más se manifiesta esa interacción.

El SILDENAFIL en la excitación del varón

Se toma solamente antes del encuentro sexual y actúa en la fase de excitación (cuyo signo más visible en el varón es la erección). El mecanismo de acción consiste en inhibir la enzima[iv] que degrada una sustancia (GMPc)[v] que regula el flujo de sangre en el pene, logrando que el GMPc actúe por más tiempo, facilitando el mantenimiento de la erección (por la relajación del músculo liso del cuerpo cavernoso y mediante vasodilatación de arterias). Vale recordar que esta droga actúa una vez que se activa la fase de excitación de la respuesta sexual, es decir, que sin un  adecuado estímulo sexual que ponga en marcha la excitación, no ocurre absolutamente nada.

La  FLIBANSERINA y el deseo en la mujer

 Actúa sobre el SNC (Sistema Nervioso Central). Su mecanismo de acción consiste en inhibir algunos centros cerebrales y excitar otros, asociados a receptores para la Serotonina.

La Serotonina (5HT)es un neurotransmisor fuertemente vinculado a los estados de ánimo, al sueño, a la saciedad, y a la modulación de la ansiedad entre otras cosas. Fármacos con un mecanismo de acción similar al de la pastilla rosa, son utilizados para el tratamiento de la depresión, la ansiedad e incluso como antipsicóticos atípicos. Al inhibir la Serotonina, indirectamente genera un aumento en la actividad de la DA (Dopamina) y la NA (Noradrenalina).

La DA (Dopamina) actúa en el sistema de recompensa cerebral, asociado a la motivación, a las “ansias de”, se activa ante la expectación de placer, y por lo tanto se asocia también a los comportamientos compulsivos. La Dopamina es la sustancia que nuestro cuerpo produce en mayor cantidad en el enamoramiento, responsable en parte del entusiasmo,  y de “las ganas!”…

Ahora bien, ¿las ganas de qué? A qué nos impulse el incremento de la dopamina cerebral, dependerá absolutamente de nuestra subjetividad, de la propia biografía, del sistema de creencias de cada persona, como ser único e irrepetible en su singularidad. Si en ese sistema cognitivo existe la creencia de que manifestar deseo sexual es algo que está “mal”, ningún fármaco la llevará a actuar en ese sentido.

Con probar… no pasa nada?

Lamentablemente, probar por las dudas, en este caso tiene sus consecuencias.

En principio vale aclarar que la FLIBANSERINA requiere una toma diaria, por la noche, y sus efectos deseables (si ocurren) se perciben luego de transcurridas varias semanas.

Lo que sí se puede experimentar sin demoras, son los potenciales efectos secundarios que hay que conocer: hipotensión, somnolencia diurna, náuseas, desmayos, sequedad bucal, mareos, fatiga, insomnio, entre otros. No puede mezclarse con el consumo de alcohol, y están contraindicada su administración junto con algunos otros fármacos.

A tener en cuenta

La FLIBANSERINA es un psicofármaco, que deberá ser indicado muy cuidadosamente por un médico que controle su uso y sus secundarismos. Aun así, no se garantiza el efecto esperado (la diferencias halladas en las investigaciones, entre el grupo control y el que consumió FLIBANSERINA, no son tan significativas como para esperar que en todos los casos realmente incremente el interés sexual).

El DESEO SEXUAL es una vivencia subjetiva, resultante de la interacción de complejas variables psico bio sociales que difícilmente puedan responder a la acción específica de un fármaco aunque actúe a nivel neuroquímico.

La RESPUESTA SEXUAL de la mujer es muy diferente a la del varón, esperar que surja el deseo sexual previo, espontáneo, antes de iniciar una actividad sexual, conduce al sobrediagnóstico de Deseo Sexual Hipoactivo. Es imprescindible  considerar la importancia de la conexión emocional y la INTIMIDAD que requiere la mujer para iniciar la actividad sexual y experimentar circularmente deseo y excitación en la mayoría de los casos, en especial en relaciones estables.

Las CAUSAS de la disminución del Deseo Sexual deben ser identificadas, antes de consumir cualquier fármaco, o incluso antes de administrar una Terapia Sexual. Las más frecuentes son:

  • Los conflictos de pareja
  • La violencia (visible o invisible) dentro del vínculo
  • Las crisis vitales
  • El estrés (agudo o crónico)
  • La depresión
  • Los trastornos de ansiedad
  • La falta de intimidad “fuera de la cama”
  • El desconocimiento de los estímulos o anti estímulos sexuales propios
  • La baja asertividad sexual
  • La falta de tiempo dedicado a la relación de pareja
  • El sistema de creencias personal
  • Los procesos de enfermedad de orden somático o psicopatológico
  • El consumo de cierto tipo de sustancias psicotóxicas
  • Otras menos frecuentes que no se detallan aquí

¿Puede un medicamento actuar sobre todas estas variables?  Evidentemente NO

 Estamos en una cultura donde se valora la inmediatez, una pastilla que promete deseo sexual sin atravesar el proceso de revisar al menos los temas de este listado, es atractiva por supuesto, y la industria farmacéutica lo sabe…

Lodise, N. M. (2017). Female sexual dysfunction: a focus on flibanserin. International Journal of Women´s Health, 9, 757-767. http://doi.org/10.2147/IJWH.S83747

CMAJ. 2005 May 10; 172(10): 1327–1333.   http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC557105/

Zwang G (1978). MANUAL DE SEXOLOGIA, Toray Masson, Barcelona