La pandemia del coronavirus no es la única que azota a la ciudad. En medio del aumento de casos de Covid-19, la violencia recrudece. La noche del miércoles una casa de la zona noroeste, en la que vive una mujer de 53 años, fue atacada a balazos. No es la primera vez que un hecho de esas características ocurre Rosario. En los últimos meses los atentados a domicilios particulares se convirtieron en moneda corriente. Los episodios suelen estar ligados a conflictos territoriales por narcomenudeo.
Según fuentes policiales, el miércoles alrededor de las 23.30, S. B, se encontraba en su casa de calle Gandhi al 5900 cuando escuchó fuertes ruidos. A renglón seguido salió a la vereda para qué pasaba y descubrió que el portón de la vivienda estaba dañado. De inmediato descubrió que los estruendos habían sido tiros.
Un grupo de uniformados acudió al lugar y encontró restos de un proyectil incrustado en el suelo. Intervino personal del Comando Radioeléctrico (CRE) y de la Comisaría 12°. No se registraron heridos. Se desconocen los motivos del ataque.
De todos modos, hechos similares ocurren en la cotidianidad rosarina. Muchas veces están asociados a disputas territoriales por la comercialización de estupefacientes en las zonas más calientes de la ciudad.