Tras la expectación mediática generada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus conclusiones sobre la asociación entre el consumo de aspartamo y el cáncer.
La evidencia mostrada ratifica un consumo seguro con las dosis ya fijadas anteriormente, 40 mg/kg de peso corporal, y una asociación “no convincente” entre la enfermedad oncológica y este edulcorante artificial.
Los edulcorantes artificiales son sustancias 200 veces más dulces que el azúcar, por lo que se utilizan menos cantidades de estos aditivos en diferentes alimentos.
Su uso es muy variado, autorizado desde hace años para el consumo humano y presente en bebidas, postres dulces, lácteos o chicles. E, incluso, los distintos aminoácidos que componen su estructura (fenilalanina, metanol y ácido aspártico) están presentes a su vez de forma natural en alimentos como la fruta o la carne.
Son varias las investigaciones que se han realizado en estos años sobre los edulcorantes y los efectos que tienen en la salud. En concreto, el aspartamo, identificado en los productos alimenticios como E-951, fue analizado hace una década por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa) que declaró que tras 30 años de investigación su consumo es “seguro” para la población en general en cantidades máximas de 40 mg/kg de peso corporal.
Limitada evidencia científica
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la Organización Mundial de la Salud y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha examinado nuevamente los riesgos de cáncer en humanos del consumo de E-951 en un estudio en el que han encontrado importantes limitaciones de la evidencia científica disponible sobre esta asociación.
Por un lado el CIIC clasificó el aspartamo “como posible carcinógeno para los seres humanos a partir de evidencia limitada”, estableciéndolo en el grupo 2B debido a que los resultados “no son convincentes”. Aunque con una mayor evidencia de vinculación con el carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado. Esta falta de datos concluyentes sobre su asociación también se ha confirmado en el caso de los animales.
Las conclusiones de evidencia limitada de carcinogenicidad en los seres humanos y los animales, y de evidencia causal limitada sobre cómo puede producirse la carcinogenicidad, subrayan la necesidad de seguir investigando para poder comprender mejor si el consumo de aspartamo constituye un peligro carcinógeno, ha declarado la Dra. Mary Schubauer-Berigan, del programa Monografías del CIIC.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión