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sábado 27 de abril del 2024

La historia de Lautaro, el joven tambero que conmovió a Mauricio Macri

Estoy muy contento con mi trabajo y obviamente lo volvería elegir”, dijo detrás del teléfono Lautaro Sarmiento, el joven tambero que se filmó mostrando la realidad de su labor ante las abundantes precipitaciones y cuyo video se volvió viral. Su publicación trascendió a nivel nacional, al punto de llegar a los ojos del presidente Mauricio Macri. En diálogo con Rosario Nuestro, el ayudante de tambo compartió sensaciones de su oficio en este presente tan distintivo.

La lluvia de los últimos días no daba tregua y los milímetros caídos superaron el record para noviembre en varias localidades, entre ellas Gálvez, donde sin domingos ni feriados Lautaro se desempeña en el tambo. Preocupado por la situación del campo, el joven decidió recorrerlo sobre su yegua y se le ocurrió grabar un video para que la gente del interior conozca su trabajo. “No digo que uno arriesga su vida, pero si no hubiese sabido nadar y me caía tranquilamente me podía ahogar”, comentó al respecto ante tanta agua sobre su tierra.

Si bien en el video, el ayudante de tambo desea que su publicación sea compartida para mostrar el sacrificio del día a día,  nunca pensó que tendría tanta repercusión. “No solamente llegó a los canales de televisión sino al mismo presidente”, expresó sorprendido. El primer mandatario compartió el video en su fanpage y resaltó como Lautaro representa el espíritu del campo y de la gente que trabaja por él. “Me puso muy contento porque no lo esperaba, el debe estar ocupado en otras cosas y esto es algo mínimo de lo que hay que hacer en Argentina”.

El joven tambero pisó el campo desde pequeño, pero el campo de juego: “Antes del tambo jugaba a la pelota, en un club de Totoras, y gracias a Dios casi casi casi que tuve fortuna con el fútbol”. Mientras el soñaba ser un jugador profesional, sus familiares insistían con el estudio pero un día su vida se consagró no en un campeonato sino con su paternidad. “Me enteré que iba a ser papá. Ahí dejé todo y me puse a trabajar”, recordó ante la llegada de Benjamín dos años atrás.

Lautaro se levanta con los primeros rayos del sol a las seis de la mañana y alimenta a los animales. Luego, se dedica a ordeñar a las vacas dos horas y media hasta que llegan las once de la mañana y hace otro “bollero” para que sigan comiendo. “La vaca tiene cuatro estómagos y ellas comen todo el día”, explicó. Después de disfrutar del almuerzo, le da otro “piquete” si las ve inquietas o molestas que repite antes del tambo de las seis de la tarde y culmina su día alrededor de las diez y media de la noche.

“Es importante porque la Argentina es uno de los países donde más producimos la lactancia y nosotros somos los productores que estamos más debajo de la escala, quienes sacamos la leche de cero de la vaca. Luego, están los que producen, las góndolas y así sigue”, reflexionó sobre su oficio. A pesar de que muchos opinan que es un trabajo duro, el no dudaría a la hora de volverlo a elegir y se alegra al saber que hay muchos jóvenes que trabajan en su sector.

Después del aluvión, el sol salió esta mañana y los vientos comenzaron a secar los caminos. El nivel del agua va en decadencia y el campo mejora poco a poco. Con este panorama, Lautaro cuenta que esta noche o mañana lograrán largar a los animales “para sacarle el mejor fruto a la leche” y si bien es una buena noticia para él joven tambero de 20 años hay algo mucho más importante: “Ser la voz del campo. Esa voz de los muchachos jóvenes para que vean el sacrificio de los del interior”.