Una situación particular se registró este jueves por la noche en pleno centro rosarino cuando agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM) irrumpieron en una casa por una fiesta clandestina, pero la situación que encontraron resultó ser totalmente diferente: apenas una cena familiar. Demoraron a los seis participantes, que fueron rápidamente liberados al comprobar que todos vivían en el mismo domicilio.
Sucedió poco antes de las 23 cuando personal de la GUM arribó a un departamento situado en el 4to piso de un edificio de Córdoba al 600 alertados por una presunta fiesta clandestina, activando el protocolo covid que para estos casos se diseñó junto a la Secretaría de Control y Convivencia. Detuvieron a las personas que se encontraban dentro: un hombre de 61 años, una mujer de 59, dos muchachos de 23 y 36 años, y dos chicas de 30 y 32.
Al comprobar los datos de cada uno y corroborar que todos conviven en el mismo departamento, el fiscal Lucas Altares determinó no formar causa y liberar a estas personas que estaban cenando en familia y por algunos instantes fueron víctimas de un error que generó un importante despliegue por parte de las autoridades.
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