La fertilidad en la mujer es un tema que viene desarrollándose en los últimos años a partir de que muchas mujeres retrasaron su deseo de ser madres por cuestiones profesionales, personales, económicas, etc.
Es una realidad que la edad fértil de la mujer declina a partir de los 35 años donde la mujer va reduciendo notablemente sus óvulos y con ello se reducen las posibilidades de convertirse en madres.
La donación de óvulos es una alternativa
La Ovodonación se trata de una fertilización in vitro (FIV) con óvulos aportados por una paciente distinta de la que llevará adelante el embarazo, es decir por una mujer donante de óvulos.
Con los óvulos de donantes, las posibilidades de embarazo aumentan notablemente. Por lo que podemos asegurar que el tratamiento de ovodonación es el procedimiento de reproducción asistida que mayor tasa de embarazo ofrece.
Cualquier mujer entre 18 y 34 años de edad que goce de buena salud física puede donar óvulos.
Desde los bancos de fertilización indican que “las donantes tienen que tener al menos un hijo vivo y sano y no presentar antecedentes familiares o personales de enfermedades hereditarias”.
Casos indicados
- Cuando la mujer está en insuficiencia ovárica.
- Cuando los ovarios de la mujer no producen óvulos en cantidad y/o calidad suficiente.
- En mujeres con enfermedades hereditarias que no pueden ser detectadas a través del estudio de los embriones (para evitar transmitir esa enfermedad a la descendencia).
- En pacientes con fallas reiteradas en tratamientos de fertilización In Vitro con óvulos propios.
- En pacientes de edad avanzada (+43 años).
La Doctora Luciana Devenutto, especialista en Medicina Reproductiva y Coordinadora del programa de Terapia Regenerativa del Ovario de Procrearte explica que «existen múltiples cuestiones que hacen que la donación de óvulos sea hoy uno de los tratamientos que más se realizan en los centros de fertilidad, con un porcentaje de éxito que ronda el 50%.
Sin embargo, no es actualmente aceptado por todos, y es normal que la paciente tenga que atravesar un “duelo genético”, e incluso que exista cierto rechazo inicial a este tipo de terapias. El impacto emocional que genera la pérdida de la función reproductiva suele ser muy fuerte”.
“Es por ello que me parece importante destacar el aporte que hace la mujer gestante a ese embrión dentro del útero materno, ya que se ha comprobado que la misma es capaz de variar la genética de su hijo, incluso cuando el óvulo es donado.
Esto se conoce como EPIGENETICA. Es cierto que los genes no serán los suyos, pero existe una especie de comunicación e intercambio entre embrión y útero materno, que tiene influencia sobre ciertos rasgos físicos, así como también sobre el estado de salud del futuro bebé”.
Ser madre: una tarea que va más allá de la ciencia
Los caminos para las mujeres que desean convertirse en madres son muchos y además de la ciencia está la adopción.
Las responsabilidades que conlleva la maternidad con múltiples y van más allá de la concepción.
Al respecto agrega la doctora Devenutto: “Es importante incentivar la ovodonación como una alternativa segura y efectiva que se realiza dentro de un programa protocolizado; así como también transmitir que la maternidad es un rol, que se va a desarrollar más allá del tipo que tratamiento que se realice».
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