La desopilante anécdota que contó Di María: el carnet trucho y la corrida para evitar que lo descubran
La pandemia y las distancias hicieron que las entrevistas televisivas terminen siendo 100 por ciento virtuales. Este miércoles, desde París, Ángel Di María estuvo como invitado en el programa F360 de ESPN. Tras una larga charla y un saludo de uno de sus amigos rosarinos, Fideo contó una graciosa anécdota de cuando era chico.
«Yo ya en esa época jugaba en Central pero todos mis amigos jugaban en 1ero de Mayo (club de la zona norte de la ciudad, ubicado en barrio Rucci) y yo quería jugar con ellos, tenía ganas de jugar. Los domingos yo jugaba con Central y ellos los sábados jugaban la liga rosarina», comenzó a contar el jugador del PSG.
Di María sin dudas quería jugar con sus amigos: «Un día se me dio ir a jugar con ellos, estábamos jugando contra Banco y un padre de afuera empezó a gritar que yo jugaba en Central y yo tenía un carnet trucho de un chico que era muy parecido a mí, me sabía nombre, apellido y hasta el número de pasaporte», aclaró entre risas.
Espectacular anécdota de Di María. Momento televisivo del día. Valen la pena los 5 minutos. pic.twitter.com/JqUdLvwpxO
— Panqui (@panquimolina) August 12, 2021
A pesar de jugar con una identidad de un compañero, Ángel sabía que corría peligro a la hora de jugar los partidos de la Asociación Rosarina de Fútbol. «Yo cada vez que íbamos a jugar, ganábamos. Ese día en el primer tiempo, el árbitro me agarra y me dice, mirá están gritando de afuera, podés venir a que veamos el carnet». Por otro lado sostuvo que estaba muy asustado pero confiado porque se sabía todos los datos del compañero.
«Cuando llego al vestuario me pregunta, yo estaba nervioso pero me sabía todo, el árbitro me dice, mirá, sos igual al de la foto, te sabes todos los datos, sos vos, vamos a seguir jugando, debe estar confundido y yo le dije olvidate, después de ese partido les dije a los chicos, no voy a jugar más».
Pero la historia no termina ahí, si no que sus amigos volvieron a insistirle para que vuelva a jugar con 1ero de mayo ya que estaban primero y querían sacarle ventaja a sus perseguidores.
«Volví a jugar y estaba el mismo árbitro, cuando íbamos ganando, yo había metido uno o dos goles, el referí me dice antes de que termine el primer tiempo tenemos que marcarte los dedos cuando termine el primer tiempo para saber si sos vos porque dicen diciendo lo mismo los padres del otro equipo», manifestó.
Ahí ya el riesgo fue tres veces más grande para Fideo y para sus amigos porque podía tener una sanción por incluir mal a un jugador: «Me acerco al técnico y le digo, sacame porque me quieren hacer marcar los dedos y me tengo que ir ahora».
A la vuelta del club 1ero de Mayo, se encuentra la Avenida Circunvalación de Rosario. Entonces Fideo lo que hizo fue chocar a propósito con un rival, pedir el cambio y salir al banco. «Cuando veo que hay córner del otro lado de la cancha le digo a mi amigo, saltemos el tapial y larguémonos a correr. Y empezamos a correr por circunvalación, estábamos como a diez minutos del club y mi amigo me grita, ya estamos lejos pará, yo no quería volver», cerró entre risas.
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