La conmovedora carta de la familia de Fernando Farías, rosarino fallecido en Brasil
Cintia, hermana del joven que murió en Florianópolis, dedicó un especial mensaje en redes sociales.
Tras la muerte de Fernando Farías, un rosarino de 34 años que vivía en Florianópolis, su hermana compartió una conmovedora carta de agradecimiento en sus redes sociales.
Cintia Farías expresó su gratitud por el apoyo que recibió la familia y reflexionó sobre el fallecimiento de su hermano. Al respecto, hizo hincapié en el problema de las adicciones, la salud mental y la falta de políticas claras para contener a quienes lo necesitan.
Fernando vivía en Florianópolis desde hacía unos meses junto a su pareja. La semana pasada, cuando su novia volvió de trabajar, lo encontró sin vida en el departamento que compartían.
Luego de realizar los trámites correspondientes para repatriar su cuerpo desde Brasil, Cintia compartió unas sentidas palabras en las que ahondó sobre el problema de las adicciones, la salud mental y la falta de instituciones propicias para la contención de aquellos que lo necesitan.
La carta de Cintia Farías
”Quiero agradecer infinitamente las muestras de apoyo y solidaridad que como familia de Fernando recibimos. Si bien conseguimos la liberación del cuerpo de mi hermano, todavía nos faltan realizar unos trámites para poder llevar sus restos de vuelta a Rosario. Los tiempos de hacen largos, la espera interminable, por eso dedico tiempo a escribir sobre lo que nos trajo a esta terrible y dolorosa situación. Mi hermano no murió por una decisión individual. A mí hermano lo mató la droga, lo mató la depresión, lo mató la ausencia del Estado”.
”Mientras esperamos poder cerrar este durísimo proceso, siento la necesidad de hablar. De hablar no solo por él, sino por todos los que atraviesan lo que él atravesó. Porque mi hermano no murió solo por una elección personal. Mi hermano fue víctima de un sistema que le soltó la mano como lo hizo y lo hace con tantos otros”.
”Él vivía con una tristeza profunda. En charlas que teníamos él, llorando, me decía que solo la droga lo sacaba de ese pozo, aunque luego lo empujara a otro peor. Como familia y con las pocas herramientas que teníamos, pero movidos por el amor y la desesperación, buscamos ayuda. En Rosario fue atendido por distintos profesionales, incluso en espacios como el Programa Andrés. Pero no alcanzó. Porque cuando el Estado no está de forma integral, sostenida, con políticas reales, la ayuda se convierte en un parche, en un intento desesperado”.
”Fer vino apenas hace unos meses a Brasil buscando empezar de nuevo con su compañera, a la que tenemos tanto para agradecer y ahora tratar de abrazar y acompañar, a Vicky, que fue su amor, su sostén, "su faro en la oscuridad" y con la que compartió los momentos más felices de su vida. Pensó que dejando atrás su país también dejaría atrás su dolor. Pero el dolor no entiende de fronteras. La depresión tampoco. No bastó el amor que recibió, ni los días buenos ni los proyectos a futuro. Porque cuando una persona cae en la adicción, no basta con el amor: se necesita tratamiento, se necesita red, se necesita Estado y eso es lo que le faltó en Rosario, Santa Fe”.
”Y cuando hablo del Estado, hablo de responsabilidad política. Porque en Santa Fe, las drogas no entran solas. Hay complicidades. Hay estructuras de poder. Hay negocios millonarios que involucran a empresarios, a sectores de las fuerzas de seguridad y también a funcionarios. No es casual que las zonas más golpeadas por el narcotráfico sean las más empobrecidas, las más olvidadas”.
”El gobierno actual de Santa Fe monta operativos cada cinco cuadras ("hace circo" digo yo), muestra móviles recorriendo barrios, policías encapuchados con armas, pero no toca a los verdaderos responsables. Persigue a adolescentes que salen de la escuela, a trabajadores que vuelven a sus casas, mientras los grandes negociados siguen intactos. Eso también mató a mi hermano”.
”Por eso, ante un contexto donde se propone achicar el Estado, retirarlo de la salud, de la educación, de las políticas sociales, yo digo: ’Más Estado, No Menos‘. Porque la vida de las personas no puede depender solo del amor familiar o del esfuerzo individual. Mi hermano era sensible, artista, generoso, talentoso, no es casualidad que su muerte haya movilizado tanto y a tanta gente. Solo recibimos mensajes de amor y agradecimiento hacia él, hacia la ’hermosa persona que era’. Sí, ’Fer’, ’Ferchu’, ’El Enano’ era un alma hermosa. Su vida valía y sigue valiendo. Pero fue devorada por un sistema injusto”.
”La salud mental no puede seguir siendo una deuda para los Santafesinos. Las adicciones no pueden seguir siendo un tabú. Y la corrupción que alimenta las redes de narcotráfico no puede seguir siendo ignorada”.
”Mi mamá Adriana Ruggeri , desde Rosario, me decía llorando que necesitaba gritar bien fuerte, que quería que mis hermanos Nacho Farías y José la lleven al Bosque de los Constituyentes para gritar bien fuerte... ¡No mami! vos tenés que gritar dónde quieras, y que te escuchen!!! Y vos Papi, José Daniel Alberto Farías , también!! Tenes que llorar bien fuerte y no hacerte el que buscás piedritas en las veredas de Brasil mientras se te caen las lágrimas intentando que yo no te vea...”.
”Mi mamá grita con el alma, yo grito con este escrito, que para mí es un grito de amor y de justicia. Porque si el dolor no se convierte en lucha, entonces no cambia nada. Y yo quiero que cambie. Por mi hermano. Por tantos otros Fer. Porque nadie más debería tener que pasar por esto”.
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