La primera jornada después de las elecciones primarias dejó unas pocas certezas. La principal, sin dudas, es que el gran perdedor tanto en la provincia como en la ciudad fue el Frente Progresista Cívico y Social, que peleó las internas sin socialistas a la cabeza. Todo un signo de la crisis que atraviesa el Frente que supo consolidarse años atrás como fuerza indiscutible en el territorio santafesino. Pero es tiempo pasado, y para ellos, mejor.
Pablo Javkin llegó apenas al 8% de los votos, consolidando al Frente Progresista como la tercera fuerza en la ciudad. Las cuentas indican que, si este fuera el resultado de las elecciones generales, sólo dos concejales entrarían por el oficialismo de los cinco que renuevan sus banca (incluyendo a los que eligieron ir por otros frentes, como Martín Rosúa y Daniela León).
Javkin pertenece a las filas de la Coalición Cívica que quedaron dentro del Frente Progresista. Fue precandidato a intendente en 2015, internas en las que compitió con Mónica Fein. Fue vox populi que el apoyo del sector de Javkin fue crucial para el triunfo de Fein en las elecciones generales de octubre de ese año. Después de la perfomance, la Secretaría General quedó en sus manos. No hubo mucho más. La intendenta, que en 2019 no podrá ser reelecta, no tuvo protagonismo en la campaña y todavía no dio ningún tipo de declaraciones de los resultados.
El desempeño del radical Luis Contigiani para diputado nacional también fue escueto. El 12% de votos en las elecciones provinciales es, a lo lejos, menos de lo que se esperaba. Con la candidatura de Contigiani, sin embargo, se jugaron otros factores. El actual ministro de Producción se sometió a sus primeras elecciones, no es una figura conocida, no había ocupado -hasta diciembre de 2015- un cargo de tanta exposición. La figura del gobernador Miguel Lifschitz acompañándolo no sumó. Tal vez, incluso, restó. Porque, como ya se dijo, si algo quedó en claro en estas elecciones es que el primer y gran perdedor es el Frente Progresista.
Las primeras lecturas aparecieron a lo largo de la jornada de hoy. Una búsqueda incesante de respuestas por parte de candidatos, militantes, periodistas y la población en general. Santa Fe tuvo su propia discusión, lejos de la disputa nacional que generó la provincia de Buenos Aires, con la caída del Frente Progresista Cívico y Social. Un nuevo rumbo empieza a marcarse. Hay que pasar primero por octubre, pero sin dudas todas las fuerzas ya están mirando a 2019, la Casa Gris y el Palacio de los Leones.