Fiel a su estilo, Julio Bárbaro, escritor, analista político y referente del Justicialismo, deja conceptos picantes de una realidad tanto en la política como en la economía, caliente. La marcha del gobierno actual, los proyectos de ley ómnibus y mega DNU, la gestión de Alberto Fernández y (la conducción de) Sergio Massa y el futuro de la oposición desde su particular óptica.
“El gobierno derrotado en el pasado fue demasiado negativo como para que tengamos buen recuerdo, como para que se convierta en oposición lógica. El kirchnerismo, el massismo, el peronismo que quedaba, esa división deja a los que se fueron sin prestigio para ser oposición”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Bárbaro.
Respecto al nuevo gobierno, el analista consideró. “Salíamos de un dogma que reivindicaba Cuba, Venezuela, que era una demencia, y terminamos en un sectarismo. La sociedad necesita esperanza, y uno no puede jugar a decir que todo va a salir mal. Pero es difícil entender cuál es el rumbo de este gobierno”.
Consultado sobre cómo se reconstruye el peronismo después de la derrota en la última elección, Bárbaro analizó: “Se tiene que reconstruir el movimiento nacional, lo que en su momento fue Forja, una alianza entre un sector nacional y un sector radical, y algún socialista de lo que era el socialismo de Santa Fe, aquel espacio del campo nacional que tiene un pensamiento más político que economicista”.
Y, seguido, aseguró que en la Argentina “nos degradamos al pensamiento económico como suplente de la política, y casi hasta de la filosofía, con lo cual estamos en un nivel de decadencia absoluto”.
En esa línea enfatizó que el país no tiene un dirigente en ninguno de sus sectores. “Me decía un amigo desde Uruguay, dice que la mayoría de las patentes en Punta del Este son uruguayas, y hace 15 años no las había. Uruguay creció como sociedad. Nosotros somos en el continente el único país que lleva 40 años de decadencia”.
Respecto a las medidas que pretende tomar Javier Milei, mencionó: “Hay objetivos del gobierno que son lógicos. Tiene que haber un cambio en las leyes laborales que facilite a la empresa y cantidad de empresas que se han destruido para enriquecer abogados, no obreros. Hay cantidad de elementos que nosotros tenemos que reformular. Ahora, el proyecto de ley, todo él DNU, era un aquelarre, y Milei dice ‘no negociamos nada’, y bajaron ya 141 de los artículos”.
Y, finalmente, se preguntó. “¿Por qué no aceptan que negociar enriquece, que aceptar que el otro tiene razón, asumir que el otro tiene razón es lógico? Hay una negación de la política que no le sirve al país, y mucho menos al gobierno”.