Después de casi meses desde que Pablo Javkin reveló que le habían detectado una dura enfermedad donde se mantuvo en funciones como intendente de Rosario, este miércoles confirmó que finalizó el tratamiento y aseguró con optimismo que «la pelea sigue» para recuperarse de la enfermedad.
Pasaron casi meses desde que el funcionario reveló que le habían detectado un cáncer de próstata. Desde entonces se mantuvo en funciones como intendente de Rosario y este miércoles confirmó que terminó el tratamiento y aseguró con optimismo que «la pelea sigue» para recuperarse de la enfermedad.
Javkin también destacó que a lo largo de 30 sesiones de radioterapia se encontró con Bastián, un nene que también estaba bajo tratamiento. «Gracias muy especiales a ese mohicano pequeñito con el que me crucé veinte días a ciegas hasta que nos conocimos».
El intendente de Rosario dijo que el niño le enseñó a «levantar el puño con firmeza» durante sus visitas a la clínica. También ponderó «la orden afectuosa de no aflojar» que recibió de muchas personas que le preguntaron frecuentemente por su estado de salud.
«Un día tocó arrancarse el adhesivo con las marcas, limpiarse la tinta, olvidar el mapa rectangular al que cada mañana el láser apuntaba para acomodar el cuerpo en la camilla», comentó el ex diputado nacional de 50 años. Así describió cómo fueron las sesiones que requerían tomar dos botellas de agua una hora y media antes de enfrentarse a un «Transformer gris».
Javkin pasó «treinta mañanas» de radioterapia para tratar de dejar atrás el cáncer de próstata. A la hora de describir el funcionamiento de la máquina, contó: «Lo miré por abajo para dejarlo abrir los brazos, espiarme por adentro y aplicar después los rayos que sequen las células malas y limpien».
Contento por el final del tratamiento, el intendente de Rosario sostuvo que «el amor siempre salva al mundo y alimenta toda esperanza». Dentro de esa reflexión, aseveró que «siempre está por encima el deseo de vivir y sembrar» y «no importa que tormenta haya que cruzar para lograrlo».
La pelea sigue, pero un día tocó arrancarse el adhesivo con las marcas, limpiarse la tinta, olvidar el mapa rectangular al que cada mañana el láser apuntaba para acomodar el cuerpo en la camilla. pic.twitter.com/U5qgyAbGkw
— Pablo Javkin (@pablojavkin) July 6, 2022
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