El cardenal guineano Robert Sarah, uno de los referentes del sector conservador contrario al papa Francisco, negó este viernes haber firmado un texto de purpurados y periodistas en el que se trazan teorías conspirativas sobre el coronavirus y se asegura que las respuestas a la pandemia «son una excusa» para frenar la libertad de culto.
A través de su cuenta de twitter, Sarah aseguró que puede compartir «a título personal» algunos aspectos de la carta titulada: «Por la Iglesia y por el mundo», pero que explícitamente pidió al autor de la misiva, el ultra-conservador Carlo Maria Vigano, no aparecer como firmante.
Vigano, arzobispo italiano de 79 años, saltó a la fama dentro de los sectores conservadores en 2018, tras haber pedido la renuncia del papa Francisco alegando que el pontífice conocía un caso de abusos en Estados Unidos, aunque no aportó pruebas a la Justicia.
En la carta publicada por Vigano en el sitio ‘Veritas Liberabit Vos’ (La Verdad los hará Libres), los grupos conservadores aseguran que «la salud pública no debe ni puede convertirse en una excusa para infringir los derechos de millones de personas en todo el mundo, y mucho menos para privar a la autoridad civil de su deber de actuar con prudencia en pro del bien común», según la transcripción del sitio Religión Digital.
Sarah, quien en enero se vio involucrado en un escándalo al incluir sin su consentimiento la firma del papa emérito Benedicto XVI en un libro con críticas a Francisco, insistió en las redes sociales: «Yo no firmé».
Otro firmante de la misiva es el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, a quien Francisco removió en 2018 como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe por su poco interés en investigar los casos de pedofilia dentro de la Iglesia.
También aparece entre los purpurados que apoyan el texto Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, crítico habitual del acuerdo que, en septiembre de 2018, firmaron China y el Vaticano para le designación conjunta de obispos.
De todos modos, Vigano insistió en la responsabilidad de Sarah y respondió que tiene grabadas las llamadas con el cardenal guineano dando su aprobación para ser incluido como firmante.
En la carta, que también suscriben periodistas contrarios al Papa como Aldo Maria Valli, los grupos conservadores exigen «una autonomía absoluta en los asuntos de nuestra jurisdicción inmediata, como las normas litúrgicas y las formas de administrar la Comunión y los Sacramentos».
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