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jueves 18 de abril del 2024

Infección por streptococcus: lo que hay que tener en cuenta para evitar un brote

La alarma la encendió el alerta epidemiológico lanzado por el Ministerio de Salud porteño: en la semana epidemiológica 35 (del 26/08 al 1/09) fueron notificados cinco casos de enfermedad invasiva por streptococcus pyogenes en niños de entre cinco meses y siete años y dos de ellos fallecieron a causa de la infección generalizada y neumonía que desencadenó el cuadro.

La tercera muerte ocurrió el la ciudad de Rosario y corresponde a una nena de seis años, que falleció el viernes pasado por una septisemia generalizada. Desde Epidemiología de la provincia de Santa Fe confirmaron en las últimas horas que había contraído la bacteria streptococcus pyogenes.

«No se trata de un brote pero habría que estar en alerta para evitar confusiones», aseguró a Infobae la médica infectóloga Lilian Teston (MN 87307). «Si bien es el agente etiológico de las faringoamigdalitis que evolucionan perfectas con penicilina, en algunos casos (y no como progresión de una angina y ligado a una toxina) puede provocar infecciones graves especialmente en piel (fascitis necrotizante), bacteriemia y sepsis (llamadas enfermedades invasivas) con elevada mortalidad», resaltó la coordinadora del departamento de Epidemiología de Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei).

Los dos niños fallecidos en Buenos Aires, uno residente de CABA y uno de la localidad de Avellaneda, presentaron cuadro de shock séptico y neumonía con derrame con mala evolución, respectivamente.

«Los otros tres casos presentan cuadro severo, que requirieron Unidad de Terapia Intensiva, pero al momento de este reporte se encuentran internados en sala de pediatría. Dos presentaron shock séptico y neumonía con derrame y un caso, neumonía necrotizante. En todos se aisló streptococcus pyogenes en líquido pleural o hemocultivo. En dos casos se detectó coinfección con influenza A en virológico de secreciones respiratorias», informó el parte del Ministerio de Salud porteño.

El streptococcus pyogenes es un streptococcus del grupo A (GAS, por sus siglas en inglés). Es el agente etiológico de la escarlatina, faringoamigdalitis y fiebre reumática. Su espectro de enfermedad varía de infecciones leves, como las mencionadas, hasta infecciones invasivas graves: shock tóxico, fascitis necrotizante, neumonía y celulitis, entre otras.

La trasmisión se produce por contacto físico directo entre personas por vía respiratoria. El tracto respiratorio superior y la piel son los mayores reservorios de las infecciones por GAS.

La bacteria es una de las principales responsables de generar infecciones de garganta en los niños. También puede irrumpir cuando existen lesiones en la piel, entre ellas la varicela. Son poco habituales sus formas «invasivas», que se producen cuando esta bacteria invade el torrente sanguíneo.

La tasa de incidencia de enfermedad invasiva en Argentina es de 4.97/10000 egresos hospitalarios (similar a Uruguay), siendo la infección en la piel la puerta de entrada predominante de la bacteria y la tasa de letalidad de 7.6%. El pico de incidencia de la enfermedad se encuentra en los niños en edad escolar para ir declinando en la adultez.

La edad donde mayor cantidad de casos se presentan suele ser desde el primer año hasta los siete años de vida, pero también se puede dar en bebés de meses y hasta los 15 años. «Los niños que presentan mayor riesgo de presentar esta enfermedad grave son los que tienen enfermedades crónicas, como asma, diabetes o patologías cardíacas, al igual que los que presentan varicela, traumatismos previos, impétigo, cirugías, eccemas, quemaduras o heridas en la piel. Además, los que presentaron anteriormente o concomitantemente cuadros de gripe», detalló el médico pediatra Diego Montes de Oca.

«O sea, si un niño presenta esas enfermedades crónicas o agudas, hay que estar muy atentos en caso de que no evolucione favorablemente o continúe con fiebre o ésta reaparezca en forma inesperada -señaló el pediatra-. En esos casos, se debe consultar rápidamente al médico para hacer un diagnóstico temprano y comenzar inmediatamente el tratamiento que consiste en internación y antibióticos».

También hay niños que no presentan enfermedades crónicas ni agudas y desarrollan esta enfermedad, en estos casos es clave también la consulta temprana con el pediatra en caso de fiebre o decaimiento repentino. «El ejemplo usual de esta enfermedad es un niño con varicela u otra enfermedad o lastimadura de la piel que comienza con fiebre alta», alertó Montes de Oca.

Ejercitar el lavado de manos y guardar reposo en caso de enfermedad hasta 24 horas luego de que se vaya la fiebre, tanto en niños como adultos son las medidas más efectivas para prevenir el contagio de este tipo de patologías. Además, «cuidar la lesiones de piel y estar atentos en caso de varicela o gripe y tener las vacunas al día», finalizó.