Imputaron a una presunta testaferro de Los Monos cuyo nombre figuraba como titular de un local de zona oeste
Se trata de Sandra Marcela Cerrudo, de 58 años. El minimarket que la tenía como responsable había sido obtenido mediante extorsiones, por una deuda que el dueño original, un narcotraficante, mantenía con la banda.
Este miércoles, Sandra Marcela Cerrudo, una mujer de 58 años, fue imputada por su presunta función como testaferro de la organización criminal Los Monos. La imputación se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal por los fiscales Federico Rébola, Juliana González y César Pierantoni.
Cerrudo, figuraba como titular de minimarket ubicado en la esquina de Mendoza y Matienzo, que fue el escenario de una serie de ataques violentos en 2021 y 2022. El verdadero propietario del inmueble, un narcotraficante, había transferido la posesión del lugar bajo las amenazas de Ariel Máximo "Guille" Cantero.
Estas intimidaciones tenían que ver con un incumplimiento relacionado a un beneficio judicial que el propietario del lugar había prometido para la esposa de Cantero, Vanesa Jacquelina Barrios.
Cerrudo fue arrestada el sábado pasado en la casa de su hija, ubicada en Gutiérrez al 400 bis, por la División Capturas de la Policía de Investigaciones. La jueza María Trinidad Chiabrera dictó prisión preventiva efectiva por el tiempo estipulado por ley.
Se le atribuye a Cerrudo el rol de "prestanombres" al haber registrado el minimarket a su nombre, luego de que el inmueble fuera tomado por Los Monos mediante ataques incendiarios y balaceras.
Cerrudo y su coimputado, Ariel Ricardo Dantur, habrían sido quienes figuraron como compradores del inmueble, que finalmente fue utilizado por el grupo de Cantero. Además, Mariana Ortigala, quien ya enfrenta acusaciones por extorsión en otra causa, habría actuado como intermediaria entre el verdadero dueño del negocio y el clan de Cantero, facilitando la transacción mediante maniobras fraudulentas.
La trama por la cuál finalmente el titular del local tuvo que ceder el local, tiene que ver con una estafa perpetrada por individuos que se presentaron como agentes de inteligencia, y prometieron obtener la libertad de Barrios a cambio de 160 mil dólares.
Tras quedarse con el dinero, los estafadores desaparecieron, lo que llevó a Los Monos a arremeter contra el propietario mediante atentados hacia su domicilio y negocios. La banda, además de apropiarse del inmueble, también se hizo con dos lotes y una camioneta Ranger.
En el caso, dirigido por los fiscales Rébola, González y Pierantoni, ya fueron imputados "Guille" Cantero, Vanesa Barrios, Paula Bay (hija de Barrios), Julieta Martir (media hermana de Barrios), Ariel Ricardo Dantur, Ortigala y su pareja Felipe.
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