Un terremoto de gran escala fue registrado este viernes en Marruecos y se calcula un saldo de 820 muertos y cientos de heridos.
La tragedia ocurrió a instancias de la noche en las cercanías a Marrakech y zonas montañosas aledañas, donde varios edificios quedaron destruidos y los habitantes tuvieron que abandonar precipitadamente sus hogares.
Según las primeras cifras, fue un movimiento de magnitud 7,2, consolidándose como el sismo más mortífero desde el año 2004. El Ministerio del Interior informó de que 820 personas habían muerto y otras 672 habían resultado heridas, en números que continúan en ascenso con el paso de las horas.
Los residentes de Marrakech pasaron la noche a la intemperie, temerosos de volver a casa, el minarete de una mezquita cayó en la plaza Jemaa al-Fna, el corazón del casco antiguo, que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.
Unas 150 personas, en especial familiares de los heridos, esperaban a las puertas de un hospital local. La mayoría procedían de zonas montañosas de las afueras de la ciudad, ya que los locales carecen de capacidad para tratar heridos graves.