A más de 36 años de la Guerra de las Malvinas, los restos de los excombatientes que dejaron su vida siguen siendo identificados. Este lunes la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural confirmó la “identificación positiva” de Julio Rubén Cao, maestro de escuela que se alistó voluntariamente al Ejército, cuando apenas tenía 21 años.
La noticia ya le fue comunicada a la madre del soldado, en una reunión de profesionales del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). El excombatiente estaba enterrado en el cementerio de Darwin de las Islas Malvinas y es la 92ª persona identificada gracias al Plan Humanitario Malvinas.
El resultado se dio gracias a muestras de ADN aportadas por familiares del soldado, como también a los datos ante mortem (aspecto físico, historia médica y odontológica), e incluso por las huellas dactilares.
Cao era oriundo de Ramos Mejía y trabajaba como maestro de escuelas primarias en el Gran Buenos Aires. A los 21 años, se alistó voluntariamente para combatir en la Guerra de las Malvinas, donde falleció en el Monte Longdon, el 10 de junio de 1982.
Un educador
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El maestro, sin olvidarse de su labor en territorio argentino, mientras estaba en las Islas Malvinas les envió una carta a sus “queridos alumnos de 3ro D”, mostrándose “preocupado” por no haber tenido tiempo de despedirse de ellos, pero que debía cumplir su “labor de soldado: defender la Bandera”.
«Chicos, quiero que sepan que a las noches cuando me acuesto cierro los ojos y veo cada una de sus caritas riendo y jugando; cuando me duermo sueño que estoy con ustedes. Quiero que se pongan muy contentos porque su maestro es un soldado que los quiere y los extraña. Ahora sólo le pido a Dios volver pronto con ustedes. Muchos cariños de su maestro que nunca se olvida de ustedes«, reza la carta de Cao a sus alumnos.
El Plan Humanitario Malvinas fue acordado en diciembre de 2016 entre los gobiernos de Argentina y Reino Unido que, en sintonía con la Cruz Roja, se trazaron como meta la identificación de los cuerpos enterrados en las 123 tumbas del Cementerio Darwin, que llevaban la inscripción “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
