Llegan las vacaciones de invierno, y la rutina de los más chicos se transforma completamente.
Menos actividades diarias, más tiempo libre, y mucha energía sin gastar, se transforman en un nuevo desafío para los padres, quienes muchas veces deben continuar con sus obligaciones y responsabilidades laborales durante el receso escolar.
Frente a esta situación, sumado al presupuesto que muchas veces significa hacer planes fuera del hogar, encontrar propuestas lúdicas que puedan realizarse entre las cuatro paredes se convierte en la mejor alternativa.
“Hay juegos y juguetes clásicos, que todos tenemos o hemos tenido en casa, incluso que se pueden pedir prestados a algún tío o abuelo. Es importante que los chicos, aunque los padres no tengan tiempo libre para compartir con ellos durante el día, les acerquen propuestas para estimular su creatividad. El juego cumple un rol fundamental en la vida de los chicos, no solamente de los más pequeños sino también hasta que llegan a la pre-adolescencia”, explica Cristina G. de Caffaro, Marketing Manager de una juguetería.
Juegos que no pasan de moda
En esta línea, juegos tradicionales con años en el mercado, pueden ser muy atractivos para toda la familia, tales como:
- Rompecabezas: con distintos niveles de dificultad, el rompecabezas puede captar la atención de toda la familia.
- Bingo: si el objetivo es reunirse en familia y pasar tiempo de calidad, el bingo es un juego, competitivo, pero apto y amigable para todas las edades.
- Cubo Rubik: un clásico que no vence y que puede captar la atención de cualquier persona durante horas.
- Memotest: para ejercitar la memoria e incorporar conocimientos y saberes de manera lúdica.
- Juegos con naipes: infinidad de juegos para entretener a grandes y chicos. Pensar en estrategias, sumar números y asociar formas y colores son algunas de las herramientas que estos ofrecen.
- Monopoly o TEG: si de competencia se trata, estos juegos son los indicados. Ejercitar la cabeza es el primer paso, luego contar dinero, comprar casas, países o derribar enemigos.
- Dominó: juego para grandes, chicos y mentes despiertas. Para aprender, y reforzar números y colores.
- Fiesta de disfraces: jugar con la imaginación e incluir a toda la familia, siendo cada uno un personaje en particular.
Si bien en la actualidad los juguetes se han modernizado y han incorporado tecnología e interactividad, los clásicos nunca pasan de moda y son una buena excusa para pasar un rato especial en familia.
De esta manera, con imaginación, ganas y sin grandes gastos, es posible que los más chicos encuentren en su casa muchas opciones para divertirse, tanto solos como con sus hermanos, padres, y amigos. Incluso es posible que revolviendo viejos armarios y cajones encuentren alguno de estos juegos, que vuelven a recordar la posibilidad de que es posible entretenerse, incluso, sin estar todo el tiempo frente a una pantalla.
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