El papa Francisco fue hospitalizado este miércoles en Italia debido a una persistente gripe. El Sumo Pontífice no pudo realizar su lectura de esta mañana y, según el medio europeo ANSA, tuvo que ingresar a un centro de salud en Roma para hacerse un chequeo médico.
El argentino de 87 años ya había suspendido actividades de su cronograma durante el último fin de semana y este lunes, ante lo que parecía una gripe leve. Sin embargo, los síntomas persistieron con el correr de los días y finalmente tuvo que ser atendido.
En efecto, esta mañana solo se dirigió al público de su audiencia para expresarles que continuaba «resfriado» y que otra persona se haría responsable de la lectura de la catequesis. Además, Francisco continúa movilizándose en silla de ruedas debido a su dificultad para caminar y viene de superar una presunta bronquitis.