Hernán Montenegro realizó una impactante confesión sobre cómo lo afectó su paso por Masterchef
A raíz de su paso por MasterChef Celebrity, Hernán «El Loco» Montenegro dejó de ser conocido solo en el ambiente deportivo, por su carrera como basquetbolista, y ganó una popularidad masiva por el simple hecho de participar en un ciclo que cosecha más de 20 puntos de rating a diario. «La pasé bien y la pasé muy mal», declaró el exdeportista en diálogo con Alejandro Fantino. «Los 15 minutos de fama. Esto es simple, yo no me comí la película nunca, esto son 15 minutos de fama, si la podés estirar un poco más y la podés utilizar, como estoy intentando hacer, son 20», agregó.
Y reveló que sufrió consecuencias negativas tras su salida del programa, en el que desde el principio se mentalizó que estaría ocho semanas. «Es una masacradora. Terminé con ataques de pánico, yendo al psiquiatra, por la presión», explicó y aseguró que lo vivido en el set de grabación no se compara con su carrera profesional en la NBA: «Primero, te ve media Argentina. Estás cocinando frente a tres cocineros internaciones, que te cortan el cogote. Vi gente llorar y patear autos en el reality y eso que había algunos actores, que están acostumbrados a estar frente a cámara. Es un juego hermoso, pero digo que es una masacradora porque te hace pasar por todos los estadíos».
Además, admitió que tras su salida del certamen, lo sumaron a «After Hour», un programa que conducen Dolli Irigoyen y Federico Bal, pero que ya no tenía ganas de seguir cocinando0. «Llegó el primer día y la conozco a Dolli, que es una genia y le dije que me quería ir. Me tocó con Sol Pérez y le dije: ‘Cociná bien así me voy al carajo’. Ella cocina como el culo y gano. La otra semana entra Daniel Áraoz. Le dije lo mismo, pero cocinó como el culo y sigo. Después, ‘La Negra’ Rincón cocina para el culo y sigo de largo. Hasta que me agarró Carmen Barbieri. Le pedí por favor que cocinara bien porque me quería ir. Ella cocinó bien y me fui”, relató entre risas.
Por último, contó que se quedará en la Argentina y que no le tiene miedo a la pandemia. “Vivo en Palermo, Malabia al 1600, y los gastronómicos están todos muriendo. Los mozos están todos tristes. Nadie trabaja. Con el tema del delivery o take away no se puede subsistir. Acá hay una realidad, el bicho va a seguir estando, vacunados o sin vacunar… Yo ya no escucho a nadie porque son todos unos mentirosos, empezando por los laboratorios, porque esto es una realidad”, manifestó. Y aseguró que no se va a inocular: «Yo no me voy a vacunar ni en pedo. No soy un chanchito de Indias».
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