Frente a la crisis por la pandemia, Rosario tendrá una nueva modalidad de funcionamiento del transporte público de pasajeros, que comenzará a regir desde el 25 de enero. “Hay que acostumbrarse a este sistema de transporte, no tenemos dinero para el ideal”, aseguró la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, que aclaró: «A lo mejor haya que caminar una cuadra más, pero la ciudad va a estar absolutamente conectada».
Acerca de la tarea que distintas autoridades del municipio están llevando a cabo para mantener informada a la población sobre los cambios que se vienen, señaló: “Empezamos a conversar, primero con los concejales que son parte de la Comisión de Seguimiento, allí es donde se presentó este sistema de emergencia del transporte, es un sistema de transmisión. Hubo repercusiones en varias organizaciones y lo que estamos haciendo es trabajando con cada una de ellas para que les llegue de boca nuestra cómo son esos cambios, porque se plantearon cosas que son falsas en redes sociales” .
“Asumimos que debemos hacer esa tarea de difusión y concientización de este nuevo sistema de emergencia, para que todos los vecinos y vecinos tengan información de primera. Estamos recorriendo las organizaciones de toda la ciudad y la idea es que antes de su implementación lleguemos a la mayor cantidad de gente posible”, comentó Schmuck y siguió: “Muchas de las críticas que se hace a hacer trasbordo o a caminar, tiene que ver con la seguridad, algo que no es de nuestra competencia pero tampoco miramos hacia un costado. Estamos trabajando en todas las semanas en el Comité de articulación entre Estado nacional, provincial y municipal para interpelar a aquellos que toman las decisiones en materia de seguridad”.
Sobre uno de los cambios más importantes que traerá este sistema pandémico, la edila precisó: “La idea es que haya mayores frecuencias, que pase en menos tiempo el colectivo en las avenidas y que uno pueda hacer trasbordo desde y hacia los barrios. A lo mejor ahora en los barrios no pasa cada 15 minutos como estábamos acostumbrados, capaz pasa cada 25 minutos o media hora, pero uno tiene que saber a qué hora llega con mucha previsibilidad y poder articular ese trasbordo para que cuando llegue a la avenida se tome el otro colectivo en no más de cinco o siete minutos” .
La presidenta del cuerpo de concejales rosarinos envió un mensaje de tranquilidad para los ciudadanos que se vuelquen a utilizar este servicio: “El trasbordo es gratuito, no se va a pagar un boleto adicional, a lo mejor hay que caminar una cuadra más, pero la ciudad va a estar absolutamente conectada. Ningún barrio va a perder líneas que sean vitales para trasladarse, a lo sumo habrá que hacer trasbordo. Hay que acostumbrarse a este sistema que funciona en todas partes del mundo y es la única posibilidad que tenemos de seguirlo sosteniendo”.
Por último, Schmuck argumentó que la situación económica del municipio debido a la pandemia no dejó otra alternativa para el transporte: “No tenemos dinero para sostener un sistema ideal como estaba diseñado, no tenemos ninguna posibilidad. El transporte se financia en un 55 por ciento por el pago de la gente del boleto, que se bajó del sistema. Antes se subían 450 mil personas y ahora suben, con mucho viento a favor, 90 mil”.
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