A menos de una semana de las elecciones primarias en la provincia, Agapito Blanco, precandidato a senador provincial y Gustavo Rezzoaglio, precandidato a concejal por el frente Unidos para Cambiar Santa Fe, dialogaron este lunes en el programa El Puente por Radio Mitre Rosario.

“La política se habla a sí mismo, entonces el exitoso en la política es exitoso dentro del espacio político, pero después hacia afuera, no le deja nada a la gente. Gustavo me decía el otro día, yo el día que me vaya quiero que la gente me recuerde por algo, digo a Caballero lo recordaba por las cloacas, a Binner lo recordaba por la salud, a Lifschitz lo recordaba por la modernización, la apertura al río, a Usandizaga lo recordaba por la austeridad, que había un montón de empleados y lo bajó. Tienen goles, díganme cuál es el gol de Javkin, ¿Por qué se lo va a recordar a Javkin? ¿Se lo va a recordar por las fotomultas?”, cuestionó Blanco.

Y seguido, aseguró: “No me lo imagino a Lifzchitz o a Caballero diciendo, ‘muchachos vayan y arreglen esa vereda’, y que eso no ocurriera. Bueno, Pablo dice arreglen la vereda y no pasa, no ocurre. Y eso es por una falta de legitimidad y es ahí donde yo creo que Miguel Tessandori tiene la oportunidad de generar la legitimidad necesaria para que la estructura municipal se ponga en funcionamiento”.

En esa línea, remarcó que el actual mandatario “no se supo reinventar. Vos tenés problemas básicos como puede ser el transporte, como puede ser problemas de infraestructura, agua potable agarrá y redirecciona partidas presupuestarias de áreas que no son tan importantes para resolver los problemas elementales. No puede ser que un laburante a las 3 de la mañana se quiera tomar un bondi y no pase hasta las 5”.

Respecto a los motivos, Blanco, enfatizó: “Lo voy a decir en castellano antiguo, porque no tuvo los huevos de patear el tablero. Cuando vos decís necesito tener un buen transporte, necesito tener buenos servicios y digo que hay que redireccionar partidas, no es solamente una expresión de deseo de decir ‘Cacho redireccioname las partidas’, no, tenés que estar dispuesto a dar la pelea interna, tenés que estar dispuesto a agarrar los 700 empleados de cultura y decirle muchachos mire vamos a aflojar un poquito lo necesito para otras cosas los colegios están hechos pelota”.

A su turno, Gustavo Rezzoaglio, agregó: “Pablo (Javkin) se quedó en el modo descriptivo o diagnóstico, como lo puede hacer un periodista, y la gente de un gobernante espera mucho más. Si esto ocurre, si no tenés alineado el gobierno provincial y nacional, tenés que utilizar toda tu energía que me parece la gente lo capta, no la utilizó para lograr algo más, porque la simple queja nos trae estas consecuencias”.

En tanto, el periodista recordó que “en la época de los incendios en las islas, no pasó nada y se incendió todo hasta que la naturaleza cambió y eso se paró. Con el tema de la inseguridad pasa lo mismo. Vemos a alguien que describe situaciones pero no se pone a la cabeza de un reclamo, no tiene un poder de, como dijo Agapito, dar un golpe sobre la mesa, encolumnar las voluntades, generar lobby para la ciudad de Rosario y ahí está el principal déficit”.

“Me parece que esto Rosario lo pagó, las consecuencias están a la vista y también queda expuesto porque ahora vemos que todo se apura, el arreglo de veredas, de calles céntricas, es como que todo al mismo tiempo para dar la sensación de que estamos frente a un gobierno que ejecuta obras. Me parece que esa falta de liderazgo también se manifiesta en haber retrocedido, haberse quedado en el molde, como se dice normalmente, y la gente lo que espera de un líder, y un intendente lo es, y el más cercano al ciudadano, es que se ponga a la cabeza de los reclamos y no baje los brazos tan rápidamente como como pasó aquí”, amplió Gustavo Rezzoaglio.

Finalmente, el aspirante al Palacio Vassallo se refirió a la seguridad: “Las cámaras que posee, por ejemplo, Funes o un barrio cerrado, en comparación con Rosario, tenemos un déficit alarmante, por citar un solo ejemplo. Y ahora nos apuramos porque se va a anunciar la instalación de cámaras, pero el delito creció y Rosario no acompañó tecnológicamente para colaborar con las fuerzas de seguridad en el tema que sí le compete y que son el espacio público, las calles con las cámaras que no tienen ni el número ni la calidad técnica para detectar delincuentes, para identificarlos como corresponde”.