Gremio de Porto Alegre viajó este lunes a Argentina para su primer partido de la Copa Libertadores de 2019 ante un Rosario Central que atraviesa por una crisis de resultados de la que no se fía el entrenador del equipo brasileño, Renato Gaúcho.
El técnico advirtió que tomará «todos los cuidados» posibles para el encuentro del miércoles en casa de Rosario Central, que encadena una docena de partidos sin conocer la victoria, pero que en algún momento «volverá a ganar».
«En la Libertadores no hay un juego fácil. Somos conscientes de la responsabilidad, que es aún mayor siendo un estreno. El Rosario quiere rehabilitarse tanto en el campeonato argentino, como en la Libertadores», señaló Gaúcho en una rueda de prensa.
Además, avisó del potencial de los equipos argentinos y recordó lo que le costó al Corinthians eliminar recientemente al Racing en la primera fase de la Copa Sudamericana.
«El Corinthians solo pasó en los penaltis. Eso en una Sudamericana, imagina en una Libertadores», en Argentina, con el campo como una «caldera» y «la afición jugando todo el tiempo», indicó Gaúcho.
Con la delegación del Gremio no viajó el centrocampista defensivo Michel, quien permanecerá en Porto Alegre recuperándose de un esguince en el tobillo derecho. Rómulo podría asumir su función y sustituirlo.
Sí parece haberse recuperado por completo el central Paulo Miranda, que reapareció este lunes en la última sesión de entrenamiento antes de poner rumbo a tierras argentinas.
La probable alineación del Gremio puede ser la formada por Paulo Victor en la portería; Leonardo, Pedro Geromel, Wálter Kannemann y Bruno Cortez en defensa; Rómulo, Maicon y Marinho y Luan, Everton y Felipe Vizeu.
El Gremio, campeón de la Libertadores en 2017 y semifinalista el año pasado (cayó ante River Plate), está en el grupo H, además de Rosario Central, con la Universidad Católica chilena y el Libertad paraguayo.