Iban apenas ocho minutos de juego en el Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla cuando Germán Gutiérrez de Junior le propinó una durísima plancha al pecho a Henrique de Palmeiras. El futbolista del local fue expulsado sin mucho para reclamar y esto afectó al elenco cafetero que cayó 3-0 ante los brasileños en el Grupo H de la Copa Libertadores, que integran Alianza Lima y Boca (igualaron 0-0).
En los últimos años, este tipo de infracciones tan grotescas, de tamaña torpeza y brutalidad, el ejemplo más claro que surge es la patada del holandés Nigel De Jong sobre el español Xabi Alonso en la final de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 donde los ibéricos se consagraron al ganar 1-0.
Más atrás en el tiempo hay que ir para encontrar un planchazo similar al de Gutiérrez sobre Henrique en el fútbol de la ciudad. Se disputaba el recordado clásico de la Copa Sudamericana 2005 cuando en el choque de ida, en el Coloso Marcelo Bielsa, Nicolás Spolli de Newell’s le dejó a Paulo Ferrari de Central un inolvidable tatuaje en el pecho a puro tapón.