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jueves 02 de mayo del 2024

Ganó una fortuna en el Quini 6 y preparó una fiesta para los vecinos

Eduardo Martí revolucionó Villa Dolores, en Córdoba. “No me piden autógrafos, me piden números”, contó.

A sus 58 años, Eduardo Martí se convirtió en el afortunado ganador de 44 millones de pesos en el Quini 6 y, para celebrarlo, organizó un “fiestón” con mucho cuarteto y fernet en el barrio de la localidad cordobesa de Villa Dolores donde creció y vive. “Siempre jugaba y les decía a mis amigos que iba a hacer esto si ganaba, así que ahora estoy cumpliendo, yo sí cumplo” dijo.

Martí compartirá el premio con una compañera de trabajo, que prefirió el anonimato. Descontados los impuestos, a cada uno le pertenecerán unos 15 millones. Antes de convertirse en millonario, Martí trabajaba como ordenanza en el edificio de los tribunales de la ciudad transerrana. Cuando se enteró de que había ganado la lotería, a diferencia de otras personas que se ocultan cuando ganan mucho dinero, no ha dejado de gritar su felicidad a los cuatro vientos.

Y parece esperar que esa exposición de algún modo lo proteja. “Siempre fui un seco, y acá ya me conocían todos, y más ahora, no creo tener problemas, acá la gente es buena y no anda con malas intenciones” dijo.

Casado, con tres hijas jóvenes y tres nietos, el nuevo afortunado bailó con todos al ritmo de La Kura, una banda de jóvenes transerranos que ajustó un repertorio fiestero para la ocasión. La fiesta se inició pasadas las 23 en el salón vecinal de barrio José Hernández.

Asistieron unas 120 personas, entre vecinos, amigos y miembros de la familia del afortunado ganador. También estuvieron compañeros de trabajo de Martí en los Tribunales locales. Pata flambeada, bocaditos, sándwiches y barra libre fueron las exquisiteces que los invitados pudieron degustar gracias a la generosa invitación de su amigo, que abrió la noche con un discurso. “Es un sueño cumplido, muchas gracias. Estoy muy feliz. Quiero compartir esto y que la pasen bien todos mis amigos. ¡Qué cierre de año, muy bueno! Le agradezco a Dios y a quien sea”, expresó este hincha de Belgrano y Boca, apasionado del truco.

Y es que esa gran celebración tiene también otros motivos. En 2007, Martí vivió su peor momento laboral y personal: “Un intendente ese año entró a la municipalidad y despidió a 114 empleados, entre los cuales estaba yo. La pasé muy mal, tuve que irme a trabajar en lo que viniera, hasta me fui a la cosecha de uva a Mendoza, fueron más de dos años terribles, hasta que por suerte pude entrar a tribunales”, rememoró.