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viernes 26 de abril del 2024

Fundación Messi: cambia de manos la causa, avance judicial y una sospecha preocupante

La investigación la llevará adelante el juez federal Ariel Lijo, tal y como quería la defensa del jugador.

Por Ignacio Pellizzón

La causa en la que se investiga a Fundación Messi por presunto lavado de activos y que tiene imputados a casi toda su familia en el fuero Penal Económico N° 8 a cargo del juez Gustavo Meirovich, cambió de manos. Ahora la investigación la llevará adelante el juez federal Ariel Lijo, tal y como quería la defensa del jugador.

Esto se logró por dos motivos: el primero, porque el juez de Comodoro Py (Lijo) tiene en su despacho una denuncia previa contra la Fundación Messi, que realizó Fernando Míguez, presidente de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático de Argentina, un abogado que suele presentar denuncias habitualmente en el palacio de Justicia.

La segunda razón, es que la Cámara dictaminó que, la disputa de competencia originada en el pedido cruzado de inhibición realizado a la vez por Lijo y Meirovich para acumular ambas causas en sus respectivos juzgados, debía continuar en sus respectivos fueros.

Esto quiere decir que el juez Meirovich, a quien el exempleado de la Fundación Messi y denunciante de los Messi calificó como “un gran magistrado, que avanza muchísimo con la investigación”, continúe trabajando sobre evasión impositiva, mientras que Lijo se haga cargo del presunto lavado de activos, apoyado sobre el posible delito de falsificación de documento público, algo muy cuestionado por algunos.

Joder en España

Federico Rettori no se quedó de brazos cruzados y denunció a Fundación Messi también es España, donde la entidad tiene otra sede en Barcelona. El exempleado ratificó ante la Audiencia Nacional la querella que interpuso contra la ONG, el futbolista y su padre por delitos contra la Hacienda Pública, delitos contables, estafa y blanqueo de capitales. La querella que Rettori presentó el pasado 5 de junio recayó en el Juzgado Central de Instrucción número 3.

Antes de estudiar la admisión a trámite, su titular, la magistrada María Tardón solicitó al denunciante que se ratificara, para lo que envió un exhorto a los juzgados de Palma de Mallorca, donde reside Rettori, quien trabajó para la Fundación Leo Messi entre los años 2012 y 2015.

El exhorto lo tramitó el Juzgado de Instrucción número 11 de Palma, donde el cooperante argentino no solo ratificó la denuncia, sino que aprovechó para aportar más documentación, según expresa el diario español ABC. Dado este paso, la Fiscalía de la Audiencia Nacional estudiará la querella y se pronunciará sobre su admisión o no trámite.

Entre la documentación aportada está el libro titulado “Messi. Elegí creer»”, que, según declaró Rettori en el juzgado, “fue promocionado como un producto social del cual todos los recursos que se generaran se dedicarían a proyectos sociales, los cuales nunca fueron realizados»”. Como develó ABC, el libro, publicado en 2014, generó para la fundación de futbolista al menos unos dos millones de dólares, pero esos fondos no fueron declarados ni en España ni en Argentina. Hay al menos contratos que suman 10 millones de euros sin rastro alguno en las memorias que la ONG está obligada a presentar.

Mirando de reojo

Desde que comenzó la investigación judicial sobre Fundación Messi, poco se ha hablado del tema en los medios. Para Rettori “enfrentarse al poder tiene sus consecuencias” y entre ellas es “tratar de tapar todo lo que se pueda”.

Por ejemplo, en Rosario la Inspección General de Persona Jurídica (IGPJ), a cargo de Luciano Lerme, quien debería haber controlado a la Fundación de que opera con todos los papeles en regla, nunca lo hizo desde que se instaló la ONG en el 2009. Además, solamente una vez contestaron desde la IGPJ a este medio sobre diferentes consultas al respecto. Luego, cortaron todo tipo de comunicación.

Sin embargo, de golpe y porrazo el organismo santafesino emitió un Reporte de Operación Sospechosa (ROS), que fue enviado a la Unidad de Información Financiera (UIF). La emisión de un ROS por parte de un sujeto obligado -como lo es la IGPJ de Santa fe- es una suerte de «alerta» ante algún indicio de que el movimiento de dinero no coincide con el perfil de su titular, y funciona para detectar operaciones que pueden llegar a tener un origen delictivo.

Al recibirlo, la Unidad de Información Financiera (UIF) lo evalúa para ver si esa sospecha amerita ser investigada por la Justicia, y así aportar, si corresponde, un informe de inteligencia a una causa penal en trámite. La UIF ya estaba colaborando con la investigación del juez Meirovich en el análisis de información financiera, a pedido del magistrado. Pero, ahora la causa la tiene el juez Ariel Lijo.

El hecho de que la causa por presunto lavado de activos haya pasado a manos de otro juez es motivo suficiente para que Rettori exprese preocupación y sospecha. Es que Meirovich en un año había avanzado a paso galopante con diferentes medidas de prueba y parecía que el siguiente paso sería el procesamiento de los Messi, hasta ahora.

La historia continúa, pero en España. El futuro develará si la investigación en Argentina prosigue su curso tal y como lo venía haciendo o quedará archivada en la caja de los recuerdos como tantas otras pesquisas que quedan en la memoria de algunos y en el olvido de la mayoría.