El papa Francisco hizo un llamamiento por primera vez a Vladimir Putin en relación al conflicto socio-político que protagoniza Rusia; pidiéndole al mandatario que detenga la «espiral de violencia y muerte» en Ucrania. Las declaraciones trascendieron durante la plegaria del Angelus en la Plaza de San Pedro.
En adición a su petición directa al político, el Sumo Pontífice expresó estar «dolido por el enorme sufrimiento de la población ucraniana tras la agresión sufrida». Además, pidió que Volodímir Zelensky, presidente ucraniano, considere aceptar una «propuesta de paz seria».
El líder religioso también emitió opinión sobre las anexiones ilegales de territorios ucranianos por parte de Rusia, rogando que se obre para «respetar la integridad territorial de cada país». Francisco condenó el reciente accionar de Putin y aseguró que fomenta a «aumentar el riesgo de una escalada nuclear» dejando «consecuencias incontrolables y catastróficas a nivel mundial».
