Los fiscales que llevan adelante la causa por el crimen de Jimi Altamirano, el joven asesinado en la puerta del estadio de Newell’s el pasado 1 de febrero, y la balacera al supermercado de la familia Roccuzzo; brindaron detalles de la imputación a 14 personas por esos y otros delitos, en la audiencia que comenzó este jueves en el Centro de Justicia Penal (CJP) de Rosario. En ese marco, indicaron que la instigación se pergeñó, en la mayoría de los casos, desde cárceles.

En total, a los acusados se les achacan cinco homicidios y 18 balaceras. Según indicó el fiscal Luis Schiappa Pietra, la imputación contiene «una serie de eventos que se cometieron entre noviembre y marzo de este año que tienen que ver con una puja interna identificado con la barra de Newell’s pero que tiene otras derivaciones en hechos delictivos». A eso agregó que la mayoría de los ilícitos «fueron planificados por referentes de estas organizaciones desde los lugares de detención».

Además, explicó que las notas de tinte mafioso que se dejaban en los distintos episodios «sirvieron para hilvanar los eventos».

Por su parte, el fiscal Matías Edery explicó que este grupo de personas pertenecía a Los Monos «y se escindió en un momento por diferencias económicas. Ahí empezaron a atentar. En muchos casos utilizaban instituciones públicas para dejar carteles sabiendo que eso genera una repercusión que hace que el grupo antagónico lo conozca».

A su turno, el fiscal Franco Carbone, que tramita la investigación del ataque al supermercado de la familia Roccuzzo, manifestó que ese resonante suceso se hizo «buscando alto impacto mediático y tratando de generar conmoción pública». En ese sentido recordó que en el mensaje que dejaron los delincuentes mencionaron al intendente de la ciudad, Pablo Javkin.

En la misma línea, enfatizó que la familia de la esposa de Messi «nada tiene que ver con el ataque, pero sí en visibilizar esta disputa interna».

«En la balacera quedó imputado quien instigó y que está en carácter de líder de la banda criminal», continuó el funcionario de la Justicia. Y confirmó: «El objetivo que tenían era perjudicar los negocios informales de los negocios de la barra brava de Newells por parte del grupo disidente».

Edery adelantó que en el eventual juicio sobre la investigación conjunta, solo por los homicidios, las personas imputadas podrían afrontar una pena de prisión perpetua.

Como caso resonante, el fiscal mencionó que Altamirano fue «agarrado de los pelos» en la intersección de  27 de Febrero e Iriondo y obligado a subirse a un auto. A su vez, confirmó que el muchacho nada tenía que ver con el mundo del narcocrimen. «Lo mataron frente a quienes hoy manejan la barra brava de Newell’s. Dos días antes de ese homicidio habían baleado al chofer de uno de los cabecillas», afirmó y explicó que está prófugo el autor material del homicidio de Jimi.

En tanto, Adrián Spelta, jefe de la unidad fiscal de Homicidios Dolosos, también apuntó que entre los asesinatos imputados este jueves está el de Benjamín Echevarría, quien formaba parte de la organización. «Como mensaje, lo llevaron y lo ejecutaron en la puerta de otro domicilio para mostrar rivalidad. Al día siguiente, con un auto robado dos meses antes, mataron a Wilson Silveira (dueño del carrito de comidas Milton) con la misma modalidad», afirmó.

«Los cabecillas de esta asociación ilícita están dentro del Servicio Penitenciario, con lo que no cabría otra conclusión que todo se originó desde allí», concluyó Spelta.